13 de junio de 2024 (EIRNS) — El miércoles 12 de junio, el Instituto Schiller organizó una conferencia de prensa de emergencia en el National Press Club (Club Nacional de Prensa) de Washington, DC, para llevar el peligro inminente de una guerra nuclear a un público estadounidense. El acto contó con cuatro distinguidos oradores: Scott Ritter, ex inspector de armamento de la ONU y ex oficial de inteligencia de la Infantería de Marina de Estados Unidos; el coronel (retirado) Richard H. Black, ex jefe de la División de Derecho Penal del Ejército de Estados Unidos en el Pentágono y ex senador del Estado de Virginia; Helga Zepp-LaRouche, fundadora del Instituto Schiller; y el coronel (retirado) Lawrence Wilkerson, ex jefe de gabinete del secretario de Estado de Estados Unidos Colin Powell. 

A la reunión presencial en el Club Nacional de Prensa se sumaron decenas de periodistas que participaron por Zoom desde todo el mundo, con interpretación simultánea al español, alemán y francés. Además, cerca de 2.000 personas participaron en una transmisión en directo del Instituto Schiller, y otras se unieron a través de otros medios electrónicos. En 24 horas, más de 30.000 personas habían visto el acto. 

La conferencia de prensa tuvo lugar en un momento excepcionalmente oportuno, ya que las tensiones entre Estados Unidos y Rusia se han disparado en las últimas semanas, lo que ha llevado a algunos en Rusia a discutir la posibilidad de cambiar su doctrina nuclear, que actualmente descarta un primer ataque, y a referirse a esta situación como una Crisis de los Misiles de Cuba a la inversa. Peor aún, no hay ningún atisbo de madurez o comprensión de este peligro dentro del oficialismo estadounidense o de la OTAN, ni en el público en general, sólo una escalada aparentemente sin sentido cada vez mayor para involucrarse más en Ucrania. 

Los panelistas estaban perfectamente preparados para debatir este tema. Scott Ritter y Helga Zepp-LaRouche han sido incluidos en la "lista negra" de objetivos del Centro para Contrarrestar la Desinformación (CCD) de Ucrania financiado por Estados Unidos, por su papel en la denuncia pública de las políticas belicistas de la OTAN. Además, recientemente se impidió a Ritter embarcar en un avión para asistir al Foro Económico Internacional de San Petersburgo, en Rusia, por orden del Departamento de Estado, e incluso se le confiscó el pasaporte. Cuando uno de los participantes en la conferencia de prensa le preguntó por qué Estados Unidos no quería que Ritter viajara a esa conferencia, éste respondió que iba a formar parte de una misión de paz de 40 días para llevar el mensaje de amistad de Estados Unidos a Rusia, y que eso "les daba un susto de muerte". 

En sus observaciones finales, Ritter subrayó: "Todos los estadounidenses tienen que levantarse cada mañana con ese miedo [a la guerra nuclear] en el estómago... No sé qué creen que se ha estado diciendo aquí arriba, pero lo que he oído es que nos dirigimos hacia un conflicto nuclear que Estados Unidos va a iniciar. ¿Cómo lo detenemos? Lo primero es darse cuenta de que esta amenaza es real". 

Zepp-LaRouche profundizó en la solución necesaria: "Estamos entrando en el período más importante y peligroso probablemente de toda la historia". La generación de la Segunda Guerra Mundial sabía lo que era la guerra, señaló, pero la nueva generación tiene una mentalidad superficial y no conoce la historia. Todas las naciones deben unirse para organizar una nueva arquitectura internacional de seguridad y desarrollo, del mismo modo que el Tratado de Westfalia de 1648 puso fin a la guerra de los Treinta Años en Europa. Para ello, debe existir un sentido de la legalidad superior, la ley natural, concluyó Zepp-LaRouche, y se refirió a sus Diez principios para una nueva arquitectura de seguridad y desarrollo. "Tenemos que elevar a la humanidad a un nivel superior de moralidad si queremos sobrevivir a este gran peligro". 

El vídeo completo de la conferencia de prensa de emergencia está disponible aquí.