El Dr. Perlmutter, médico de Carolina del Norte, comparte su desgarradora experiencia en Gaza en un programa de activistas
24 de septiembre de 2024 (EIRNS) — El lunes 16 de septiembre por la noche, el Dr. Mark Perlmutter participó en la llamada semanal de la campaña de Diane Sare, candidata independiente al Senado de Estados Unidos, y de José Vega, candidato independiente al Congreso (por el Bronx, D15), en Nueva York, para hablar de los acontecimientos de los que fue testigo en Gaza. El informe de su misión en Gaza es un testimonio desgarrador del inmenso sufrimiento y la crisis humanitaria que sufren los palestinos. La necesidad imperiosa de que se mantenga la atención del mundo y la intervención internacional en Gaza que él plantea, se debe a que es evidente que el genocidio contra los palestinos no ha cesado en absoluto. También participó en el programa, junto con el doctor Perlmutter, el ex senador del estado de Virginia y coronel (ret.) Richard H. Black, que sirvió como infante de marina en Vietnam y más tarde dirigió la División de Derecho Penal del Ejército de Estados Unidos en el Pentágono.
El Dr. Perlmutter, cirujano ortopidista de la mano y extremidades superiores, fue presidente de la Fundación Quirúrgica Mundial y ex presidente de la Sección de Estados Unidos del Colegio Internacional de Cirujanos. A lo largo de los últimos 30 años ha participado en 40 misiones para salvar vidas, entre las que cabe destacar las importantes labores de socorro en la Zona Cero el 11 de septiembre del 2001; durante el huracán Katrina en el 2005; y después de los terremotos de enero del 2010 y posteriores en Haití. A pesar de estas experiencias, el Dr. Perlmutter relató que nada de eso era comparable a la enorme tragedia que presenció en Gaza.
Al entrar en Gaza por los pasos fronterizos de El Cairo y Rafah, el Dr. Perlmutter llevó 700 libras de su propio equipo médico. En los hospitales, deliberadamente desabastecidos, se quedó sin recursos en la primera semana. Se encontró con un número desproporcionado de niños heridos, muchos de los cuales sufrían graves lesiones a causa de los bombardeos. Poco después de que cayera una bomba en una zona densamente poblada, donde la mitad de la población tiene menos de 18 años, se encontraba con niños a los que les faltaban miembros, y que tenían el cuerpo destrozado y graves quemaduras a las que probablemente no sobrevivirían debido a la falta de suministros médicos y a las condiciones insalubres.
Uno de los incidentes más perturbadores que describió fue el de dos niños que habían sufrido heridas de francotirador. A los dos los balearon dos veces, en el pecho y en la cabeza, un acto salvaje y horripilante que no pudo ser accidental. El padre de uno de los niños relató la experiencia de estar sujetando a su hijo cuando sonó el primer disparo. Su hijo salió despedido bruscamente a 10 metros de él. Desconcertado por la repentina y silenciosa sacudida, el padre, en estado de shock, no se dio cuenta de que el niño había salido disparado de sus brazos. Se apresuró a acercarse para comprender lo que había ocurrido, sólo para presenciar cómo un segundo disparo golpeaba trágicamente a su hijo en la cabeza. Esta desgarradora experiencia subraya la violencia indiscriminada y genocida contra la población civil de Gaza de la que el propio Dr. Perlmutter fue testigo.
El Dr. Perlmutter vio cómo eran atacados periodistas, enfermeras y médicos. Prestó ayuda a un cirujano que había sido secuestrado, torturado y herido gravemente, quien incluso quedó permanentemente ciego de un ojo, después de que las fuerzas israelíes le golpearan en la cabeza con la culata de sus armas, antes de permitirle regresar caminando por una milla, desnudo, con sus heridas infectadas con gusanos. La crueldad infligida a este cirujano es una muestra clara del ataque directo contra no combatientes, lo que lleva a Perlmutter a calificar estos hechos como un claro caso de genocidio y crímenes de guerra, más allá de lo que hemos visto en la historia reciente.
A la hora en que el Dr. Perlmutter iba a dejar Gaza, vio más de 48 kilómetros de camiones plenos de ayuda humanitaria, con suministros de alimentos pudriéndose, dado que las fuerzas israelíes los tenían retenidos. Este bloqueo salvaje de la ayuda humanitaria exacerba el sufrimiento de los necesitados, y pone en evidencia que se trata de un castigo colectivo deliberado y que restringir el acceso a suministros esenciales es parte de ello. Hubo muchas preguntas para el Dr. Perlmutter. Sus palabras, duras, crudas, muy humanas, fueron una poderosa llamada a la acción. Sus experiencias nos recuerdan la resistencia de quienes siguen prestando asistencia ante esta tragedia inimaginable y la urgente necesidad de una acción e intervención mundial en favor de los palestinos.
La Coalición Internacional por la Paz (CIP) no ha quitado el dedo del renglón y mantiene su atención en el genocidio israelí contra los palestinos en Gaza y en Cisjordania, que es parte de las provocaciones de la OTAN global para provocar una guerra general. Participa cada viernes a las 11:00 am (H/Este de Estados Unidos) en las reuniones de la CIP, por Zoom, con interpretación simultánea al alemán, español y francés. Si estás interesado escribe a preguntas@schillerinstitute.org.
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