El huracán Helene causó una enorme devastación, en tanto que la improductiva economía estadounidense carece de capacidad para reconstruirse
2 de octubre de 2024 (EIRNS) — A última hora del 1º de octubre, el huracán Helene había causado la muerte de más de 150 personas y una enorme devastación en seis estados del sureste de Estados Unidos, a lo largo de los 800 kilómetros que recorrió la tormenta. Más de 1,2 millones de residentes estaban sin electricidad ayer en la mañana. Al menos mil se encuentran en refugios. Miles de estructuras han quedado destruidas: viviendas, fábricas, plantas de servicios públicos, escuelas, iglesias, edificios gubernamentales, carreteras, puentes, granjas, almacenes de cosechas y mucho más.
Más allá de la fase de emergencia actual, centrada en salvar vidas y hacer frente a las carencias y amenazas inmediatas, existe la conmoción nacional de que la decrépita economía estadounidense carece de capacidad para reconstruir la región. Esto se refiere a insumos físicos, mano de obra y crédito.
Tomemos el sector energético, por ejemplo. En el punto álgido, unos 6 millones de personas se quedaron sin electricidad durante la tormenta. Sin embargo, en muchos lugares habrá que reconstruir los sistemas eléctricos, no sólo volver a conectarlos: cientos de subestaciones quedaron destruidas por las inundaciones. Se necesitarán cientos de transformadores y otros componentes. Esto creará retrasos y presiones en todo el país.
Luego el caso del sector agrícola y alimentario. Un ejemplo son las aves de corral. Casi la mitad de los 9.000 millones de pollos que se crían anualmente para carne (pollos de engorde) en Estados Unidos se crían y procesan en el sureste. Georgia, el principal estado productor de pollos de engorda, procesa 1.300 millones al año. El gobernador de Georgia, Brian Kemp, informó que 107 instalaciones avícolas de su estado resultaron “dañadas o totalmente destruidas”. ¿De dónde saldrán el crédito financiero y los insumos físicos para restablecer la cría y el procesamiento de pollos? Esta podría ser una oportunidad para sustituir el actual sistema de carteles de la cría industrial por contrato, en el que las megafirmas del complejo agrofinanciero dictan las condiciones de producción. Pero no hay ninguna probabilidad en el actual paradigma dominante de Wall Street. En el caso de las aves de corral en esta región, las empresas del cártel son Warner-Sanderson Farmers, Pilgrim's Pride y Aviagen.
Las Carolinas también se ven muy afectadas. Los cofactores incluyen los 60 centímetros de lluvia que cayeron en las zonas altas de los Apalaches durante el periodo de cinco días, causando escorrentías masivas, corrimientos de tierra y destrucción. La ciudad de Ashville, en Carolina del Norte, quedó arrasada. Muchas millas de rutas y numerosos puentes de las líneas de tren de CSX han sido destruidos, y cientos de millas de carreteras arrasadas. Las carreteras y las vías férreas tardarán meses en reabrirse y reconstruirse. La red eléctrica regional está tan dañada que su propietario, Exelon, tendrá que reconstruirla entera. La prodcción de transformadores para las subestaciones eléctricas, partes críticas de la reconstrucción de la red, se enfrentan a retrasos de producción enormes con relación a los pedidos y las necesidades.
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