2 de octubre de 2024 (EIRNS) — El siguiente informe aparece en la Alerta Europea EIR de esta semana. 

Se están haciendo llamados por la renuncia del Secretario de Estado estadounidense Antony Blinken, tras la publicación de un artículo que le expone por mentir para permitir que la ayuda estadounidense fluya sin trabas a Israel, a pesar de las violaciones de la ley estadounidense por parte de Israel. La congresista del Partido Demócrata Rashida Tlaib y Nihad Awad, director ejecutivo nacional del Consejo de Relaciones Americano-Islámicas, han exigido su renuncia, a raíz de un artículo de Brett Murphy, publicado en el sitio web de ProPublica  el 24 de septiembre, que contrasta la negación de Blinken de que Israel estuviera bloqueando la ayuda humanitaria para los palestinos, con dos informes elaborados por funcionarios del Departamento de Estado, que afirman lo contrario: Que Israel impedía la entrega de ayuda y que dicha acción estaba provocando hambre, enfermedades, inanición y muerte en la Franja de Gaza. 

Uno de esos informes es un memorando de 17 páginas enviado a Blinken a principios de mayo, elaborado por investigadores de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID, por sus siglas en inglés) de su Departamento de Estado, y el otro había sido redactado por la Oficina de Población, Refugiados y Migración del Departamento de Estado. 

El protagonismo de Antony Blinken se debe a que es el actor más visible en la configuración de la política exterior estadounidense, en especial desde que el Presidente Biden anunció que no se presentaría a la reelección. En cuanto a Israel, ha realizado nueve viajes a la región desde el ataque de Hamás del 7 de octubre de 2023; pide a cada rato un cese al fuego y ayuda humanitaria, pero al tiempo rechaza la única medida que podría detener el genocidio israelí, que es que Washington cierre los flujos de armas y dinero, que ascienden a $14.000 millones de dólares. 

También ha liderado la campaña para que la Casa Blanca permita a Ucrania disparar misiles estadounidenses de largo alcance guiados por la OTAN, para alcanzar objetivos dentro de Rusia. Aunque Joe Biden ha rechazado ya dos veces esa petición, Blinken tiene intención de intentarlo de nuevo, alegando que “estamos plenamente comprometidos a seguir reuniendo el apoyo que [Ucrania] necesita... para contrarrestar la agresión rusa”. 

Blinken es conocido internacionalmente como un hipócrita, principalmente por su agresiva insistencia en que las naciones deben adherirse a las reglas de un inexistente “orden basado en normas”, incluso cuando Washington y sus aliados violan rutinariamente el derecho internacional. Un excelente ejemplo de ello son las lágrimas de cocodrilo que derrama por la muerte y el sufrimiento de los civiles en Gaza, Cisjordania y, ahora de nuevo, Líbano, incluso cuando lanza las bombas de 2.000 libras que los están destrozando. Quienes están comprometidos con un final justo y humanitario de las guerras que Blinken defiende, esperan que la revelación de sus flagrantes mentiras para proteger el genocidio israelí acelere su caída y la de quienes le apoyan.