4 de octubre de 2024 (EIRNS) — Con motivo del 75 aniversario de la fundación de la República Popular China, el diario gubernamental ruso Rossyiskaya Gazeta publicó ayer una declaración del ministro de Asuntos Exteriores Serguéi Lavrov bajo el titular “Rusia y China: asociación y amistad forjadas por el tiempo”. El comentario de Lavrov, que se publicó en el sitio web del Ministerio de Asuntos Exteriores, subraya que “el foco político y económico mundial se está desplazando irreversiblemente hacia Eurasia, que alberga nuevos centros de poder, que redactan y toman decisiones globales... Moscú y Pekín están trabajando eficazmente para integrar proyectos a gran escala, como la Unión Económica Euroasiática y la Iniciativa de la Franja y la Ruta de China. Consideramos este esfuerzo de colaboración un paso significativo hacia la realización de la visión del Presidente Putin de crear una Gran Asociación Euroasiática...”. 

Lavrov señala, sin embargo, que el desarrollo pacífico y la prosperidad en Eurasia no serán posibles a menos que se proporcione una seguridad fiable a los países de la región. ¿Cómo conseguirlo? “Dado que el sistema de seguridad en Europa y en la región euroatlántica ha sido totalmente desacreditado por Estados Unidos y otros países de la OTAN, sugerimos desplegar serios esfuerzos de colaboración para construir una nueva arquitectura de seguridad euroasiática basada en el principio de soluciones regionales a problemas regionales, anclada en la igualdad y la indivisibilidad, y fundamentada en las asociaciones multilaterales existentes en Eurasia. Nos complace observar que la Iniciativa de Seguridad Global del Presidente Xi Jinping coincide con los planteamientos de Rusia a este respecto”. 

La estrecha interacción de Rusia y China en la escena internacional “es muy encomiable”, afirma Lavrov, porque su asociación en política exterior “refuerza los fundamentos jurídicos del orden mundial multipolar, tiene más en cuenta los intereses del Sur Global y del Este Global, ayuda a superar el legado del colonialismo y contrarresta las prácticas neocoloniales modernas”. Ambas naciones abogan por defender los principios de la Carta de la ONU, y “nos oponemos firmemente a la práctica errónea de abordar los problemas mediante amenazas, chantaje o fuerza. Estos métodos son ampliamente utilizados por el Occidente colectivo”. 

Las relaciones bilaterales “han alcanzado un nivel sin precedentes y no dejan de enriquecerse con nuevos contenidos”. Hoy en día, “cuando el mundo está experimentando verdaderos cambios tectónicos causados por el emergente orden internacional multipolar, la asociación estratégica Rusia-China sirve de fuerza equilibradora en la política internacional y contribuye directamente al crecimiento económico y al bienestar de la población de ambos países”. Se trata de una relación basada en la confianza, subrayó. Los dos aliados se han coordinado estrechamente “en cuestiones regionales críticas”: la península de Corea, el Mar de China Meridional y el Mar de China Oriental, así como los acontecimientos en Oriente Medio y África. Rusia aprecia especialmente la “postura equilibrada y coherente de China en la crisis ucraniana”, dijo Lavrov, acogiendo con satisfacción sus iniciativas propuestas para una “solución política y diplomática, cuyo objetivo sea eliminar las causas profundas del conflicto, incluida la expansión de muchos años de la OTAN hacia el Este, que vulnera los intereses fundamentales de Rusia en materia de seguridad...”.