9 de octubre de 2024 (EIRNS) — La esperada reunión de este próximo sábado en Ramstein, Alemania, del Grupo de Contacto de Defensa de Ucrania, acaba de sufrir un revés. A primera hora de esta tarde, la Casa Blanca anunció escuetamente que el Presidente Biden ha cancelado su viaje. La razón oficial es que se le necesita para hacer frente a la inminente llegada a Florida del huracán Milton. 

El primer ministro británico, Keir Starmer, había acudido a la Casa Blanca el 13 de septiembre para cerrar el compromiso abierto de Biden con el uso de misiles occidentales de largo alcance para golpear a profundidad en Rusia. Luego, Biden se había reunido con el Presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, hace sólo 12 días, donde tampoco consiguió el compromiso abierto de Biden. Zelenski tenía previsto no sólo reunirse de nuevo con Biden el sábado, sino también hablar ante el Grupo Ramstein sobre su “Plan de Victoria”. En la tarde de este martes 8 de octubre no está claro si se celebrará la reunión del 12 de octubre en Ramstein. 

Tanto el 12 como el 25 de septiembre, es decir, justo antes de las visitas de Starmer y Zelenskyy a la Casa Blanca, Moscú había hecho todo lo posible por declarar en voz alta y clara que lo que estaba en juego era el detonante de una confrontación directa entre la OTAN y Rusia, un enfrentamiento termonuclear. 

Ayer mismo, antes del anuncio de la Casa Blanca, el ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, había reafirmado, en términos inequívocos, la nueva política nuclear rusa presentada por el Presidente Vladimir Putin. Rechazó preventivamente cualquier formulación, coloración o cambio de marca de la escalada de los sustitutos de la OTAN, declarando simplemente sobre una decisión del Grupo Ramstein para “ataques profundos” que: “Tan pronto como se tome esta decisión, si es que se toma, lo sabremos, y la contingencia mencionada por Vladimir Putin ya estará en acción”, declaró a la emisora rusa Canal Uno. 

Ayer también, el viceministro de Asuntos Exteriores, Alexander Grushko, que supervisa las relaciones con Europa y la OTAN, declaró a la agencia de noticias estatal RIA Novosti que Moscú percibe que la OTAN está aumentando el papel de las armas nucleares en su estrategia, y que Rusia estaba actualizando su doctrina nuclear para transmitir una señal “a fin de que nuestros adversarios no se hagan ilusiones sobre nuestra disposición a garantizar la seguridad de la Federación Rusa con todos los medios disponibles”. Su pronunciamiento se había producido tras el anuncio, el 7 de octubre, del Ministerio de Defensa de Rusia de que la formación de misiles estratégicos de Novosibirsk, equipada con ICBM nucleares Yars, se había desplegado en rutas de patrulla de combate. 

Uno puede y debe esperar que la realidad física de una guerra termonuclear, al igual que la de un huracán enorme, pueda sacudir a las naciones de Occidente de sus adicciones a la codicia, el poder, el sexo y la violencia. No sucedió así con la devastación de Asheville, Carolina del Norte, por Helene, ni cuando Rusia desarrolló y mostró, por ejemplo, sus misiles hipersónicos. 

El afán de aplastar a Rusia no desaparecerá hasta que Occidente deje de lado su adicción a los niveles hipersónicos de apuestas: miles de billones de dólares en “derivados” financieros (una palabra elegante para referirse a la vieja estafa de los “números” al estilo mafioso, que se ha disparado). En Estados Unidos, el “síndrome de abstinencia” podría desencadenarse al tener que reconstruir Asheville o, para el caso, Nueva Orleans, o Baltimore, Detroit y todas las ciudades devastadas por el huracán de los derivados financieros. No hay nada como enfrentarse a la realidad. 

Olvida el método de los 12 pasos. Es hora de abordar el método de 10 pasos del Instituto Schiller como si tu vida dependiera de ello. Helga Zepp-LaRouche, la autora de ese método responde preguntas en vivo, el 9 de octubre a las 11:00 am (hora del Este de EU), en su diálogo estratégico semanal por internet, titulado esta semana “Guerra global o paz universal: ¿quién decidirá?”.