Hambre y barbarie en Artibonite, el "granero" de Haití
9 de octubre de 2024 (EIRNS) — El 4 de octubre se produjo en Haití uno de los peores episodios de violencia de masas de los últimos años, cuando la pandilla Gran Grif, que tiene un historial de violencia atroz, atacó la ciudad de Pont-Sondé, importante productora de arroz del departamento de Artibonite, en el centro-oeste del país, rico en agricultura y conocido históricamente como el "granero" de Haití. Armados con armas automáticas, los miembros de esta pandilla incendiaron viviendas y dispararon indiscriminadamente contra hombres, mujeres y niños, provocando la huida de 6.000 personas a la cercana localidad de St. Marc. La agencia británica de noticias Reuters comentó el 5 de octubre que la violencia en Artibonite está empeorando la crisis de hambre del país, en la que 5,1 millones de personas, de los 11 millones de ciudadanos haitianos, sufren ya una grave inseguridad alimentaria y 1,2 millones experimentan condiciones de hambruna.
En los dos últimos años, las pandillas han invadido la región de Artibonite, responsable de la producción de gran parte de los alimentos que se consumen en el país. La violencia de las bandas está matando de hambre al país. Puerto Príncipe dependía de la recepción de alimentos producidos por las granjas de Artibonite, pero los asaltos de las bandas a los granjeros, la destrucción de animales y el incendio de granjas y viviendas acabaron con ello. La única forma de transportar mercancías a la capital es viajar por carreteras controladas por estos grupos de delincuentes y pagar extorsiones, que elevan el precio de los alimentos una vez que llegan al mercado. El periódico The New York Times informó el 5 de octubre que al menos 7.500 acres han sido abandonados en la región de Artibonite.
Esto es particularmente criminal, si recordamos que el Valle del Artibonite fue identificado por el gobierno del Presidente Franklin Delano Roosevelt y por su secretario de Agricultura, Henry Wallace, como una zona que podría florecer tanto para la producción de alimentos como para la industrialización, si se le proporcionaba la infraestructura necesaria, la gestión del agua, el riego y la formación de mano de obra. El artículo “FDR, not Obama: Bring Back Haiti’s ‘Valleys of Hope,’” (FDR, no Obama: A recuperar los "Valles de la esperanza" de Haití) que publicó la revista Executive Intelligence Review (EIR) el 22 de octubre del 2010, documenta el maravilloso proyecto ideado por el Instituto Interamericano de Ciencias Agrícolas (IICA) de Henry Wallace para convertir el Valle del Artibonite en un "pequeño TVA" (referencia al complejo hidroeléctrico y agroindustrial de la Comisión del Valle del Tennessee, TVA por sus siglas en inglés) de actividad productiva.
Esto se logró en parte con la construcción en 1956 de la represa de Peligre y la infraestructura conexa, de modo que en la década de 1970 el distrito del Valle del Artibonite era un floreciente centro agrícola, con 80.000 hectáreas productoras de arroz, grandes molinos estatales, un excelente sistema de regadío y una población optimista. El proyecto se degradó en años posteriores, debido a la falta de fondos y equipos, y al escaso mantenimiento de la represa combinado con la imposición de las políticas de Londres de globalización y privatización. Sin embargo, en un mundo definido por una nueva arquitectura de seguridad y desarrollo, que ha dejado atrás el neocolonialismo y el orden basado en reglas, sigue siendo un símbolo del futuro que puede construirse.
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