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La política ecologista verde favoreció la letalidad de los huracanes de Carolina del Norte

9 de octubre de 2024 (EIRNS) — Lo que ha intensificado la fuerza destructiva del huracán Helene fue la sustitución de la infraestructura genuina por la política ambientalista antidesarrollo, que se disfraza de dizque infraestructura,y  que dejó a muchos pueblos y ciudades de Carolina del Norte, y de otros estados, más indefensos ante la inundación. 

En 2021, el gobernador demócrata de Carolina del Norte, Roy Cooper, que lo es desde 2017, incluyó en el presupuesto estatal, financiamiento para “programas de gestión de aguas pluviales y planificación de resiliencia basados en la naturaleza”. Esto lo apoyó la Federación Costera de Carolina del Norte, el Pew Charitable Trust y otros grupos ecologistas. El Pew Charitable Trust elaboró un “Plan de Acción para Estrategias de Aguas Pluviales Basadas en la Naturaleza”, de 28 páginas, como guía para la legislación. De los “Seis principios rectores” del Plan, el segundo afirma: “Las estrategias pluviales basadas en la naturaleza son una forma rentable y sostenible de reducir las inundaciones y mejorar la calidad del agua cuando se ubican y diseñan correctamente”. Así, por ejemplo, el informe muestra una foto de una ligera depresión excavada en una acera, en la que se colocan plantas. La idea: Las aguas pluviales irán a parar a esta zona y las plantas absorberán el agua. Hay arreglos más grandes del mismo tipo, colocados fuera de pueblos y ciudades, todos totalmente inútiles. 

Todo eso con el propósito de no construir infraestructuras más pesadas que realmente funcionan, con el cuento monótono de que “no son amigos de la naturaleza”. El efecto neto: este sistema dizque “ecológicamente sostenible” desvía el dinero que se necesita desesperadamente para las infraestructuras funcionales, que se dejan marchitar. 

Al mismo tiempo, la organización ecofascista “American Rivers Foundation” (ARF), dirigió la campaña para derribar 80 presas esenciales en todo Estados Unidos en 2023, como parte de un plan para derribar 30.000 presas en Estados Unidos en las próximas décadas. Esto se está aplicando en Carolina del Norte. En 2017, se eliminó la presa de Milburnie en el río Neuse, a las afueras de Raleigh (Carolina del Norte), para permitir que peces como el sábalo americano y la lubina rayada migraran río arriba. Otras presas de Carolina del Norte que se volaron para dejar paso a peces o salamandras, o para dar “más libertad” a los ríos, son: la presa de Quaker Neck, la presa de Sches Mill, la presa de Ela, la presa de Shulls Mill. Esto elimina las características protectoras de las presas, lo que hace que las inundaciones sean más letales.

 

Para mayor información escriba a preguntas@larouchepub.com

 

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