Una solución para evitar que dos crisis regionales lleven a la Tercera Guerra Mundial
En su “Diálogo semanal con Helga Zepp-LaRouche” por internet, ella advirtió que "nos encontramos ante dos crisis regionales que podrían desembocar en una escalada global" que acabaría en una guerra mundial general. "Una es Ucrania y la otra es Oriente Medio. Y considero que hay que ver estas dos cosas juntas", dijo, tanto para entenderlas como para solucionar su causa subyacente.
"En lo que respecta a Ucrania", explicó Zepp-LaRouche, "la reunión de Ramstein en la que se suponía que Biden iba a hablar, fue pospuesta", en referencia a la reunión de naciones del Grupo de Contacto de Defensa de Ucrania que había sido programada para reunirse en la base aérea de Ramstein en Alemania el 12 de octubre, en la que los británicos y otros esperaban presionar al Presidente Biden para que finalmente accediera a que se lancen misiles de largo alcance de la OTAN desde Ucrania hacia el interior del territorio de Rusia. El Presidente Putin ha dejado claro que un ataque de este tipo podría llevar a Rusia a invocar su doctrina revisada de defensa nuclear.
Aunque Biden canceló su viaje y se aplazó la reunión de Ramstein, esto no hizo más que patear una lata que se encontró en el camino, probablemente hasta una semana más en que se dé la reunión de los ministros de Defensa de la OTAN en Bruselas, donde es posible que se vuelva a tratar el tema. Pero la crisis central persiste: Rusia está derrotando a Ucrania en el campo de batalla, y eso nos ha llevado al punto, recordó Zepp-LaRouche a los oyentes, que Harald Kujat, general retirado de la Alemania, "advirtió hace un año: que la OTAN llegará a un punto en que tendrá que decidir si hay una solución negociada, que Rusia acepte... o lanzar una escalada".
"Me temo", agregó, "que estamos sentados en la proximidad inmediata de una decisión de escalada que podría conducir, en el peor de los casos, a una guerra nuclear global".
Podría decirse que la situación en el sudoeste asiático está aún más cerca de la guerra general, con un país tras otro ardiendo en llamas a manos de Israel. El Primer ministro Netanyahu está deseando atacar a Irán, ya sea sus campos petrolíferos y otra infraestructura vital o, si Biden acepta un papel militar directo de Estados Unidos, el programa nuclear iraní.
Esto es realmente “jugar con fuego”, como advirtió seriamente el ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Sergey Lavrov, en una entrevista con la revista Newsweek el 7 de octubre. Ese mismo día, en un acontecimiento inesperado, el Kremlin anunció que el Presidente Putin se reuniría con el Presidente Pezeshkian de Irán el viernes 11 de octubre en Turkmenistán, a pesar de que ambos tenían previsto reunirse menos de dos semanas después, en la cumbre del BRICS que se realizará en Kazán, Rusia, del 22 al 24 de octubre.
¿Por qué tanta prisa? Medios noticiosos bien informados y otras fuentes señalan que el propósito de la reunión anterior podría ser la firma de un importante acuerdo de seguridad y defensa entre ambos países, que ya ha sido plenamente acordado y que se esperaba firmar en Kazán. ¿Recibirá Israel, y sus patrocinadores y facilitadores en Londres y Washington, el mensaje y se replanteará sus planes de atacar Irán con toda su fuerza? ¿O estarán dispuestos a arriesgarse a una guerra nuclear también en ese teatro?
No sabemos la respuesta a esa pregunta.
Pero sí sabemos lo que hará falta para que la Humanidad emprenda una trayectoria totalmente diferente, como la de sustituri el sistema financiero en quiebra de Wall Street y la City of London por una nueva arquitectura de desarrollo y seguridad que atienda a las necesidades reales de todas las naciones.
Esta cuestión política central se abordó en una extraordinaria entrevista que Mike Billington, miembro del consejo editorial de EIR, realizó el 6 de octubre al Dr. Mahathir bin Mohamad, ex Primer Ministro de Malasia y anciano estadista mundial de 99 años. Con elocuencia y lucidez, el Dr. Mahathir señaló: “Parece que la alianza occidental necesita un enemigo todo el tiempo... La actitud es que la guerra [contra Rusia - ed.] resolvería este problema, pero la guerra no resolverá el problema. Van a conducir a guerras mayores, a una tercera guerra mundial. Eso es lo que temo”.
La solución, declaró el Dr. Mahathir, es que una política de no alineación sustituya al paradigma de Oriente contra Occidente. “El mundo sigue dividido en dos bloques enfrentados, Oriente y Occidente. Y otros países se sienten presionados para unirse a uno u otro. Pero estos países no quieren verse implicados en el enfrentamiento entre Estados Unidos y China y Rusia. Por eso es necesario volver a pensar en la no alineación, que fue lo que propuso Sukarno”, el entonces Presidente de Indonesia que fue uno de los fundadores del Movimiento de Países No Alineados en 1955.
Mahathir prosiguió: “Queremos ver un mundo estable en el que podamos crecer mediante el comercio con todo el mundo... No necesitamos ningún bloque Este u Oeste, sino un mundo en el que todos seamos iguales”.
Importantes extractos de la entrevista del Dr. Mahathir se presentarán en la próxima reunión nº 71 de la Coalición Internacional por la Paz, el viernes 11 de octubre, para ayudar a dar forma a la deliberación de los participantes para una movilización capaz de sacar a la Humanidad del borde de la guerra termonuclear, pero rápido.
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