14 de octubre de 2024 (EIRNS) — El principal grupo de planificación de política exterior de la monarquía británica, Chatham House (el Real Instituto de Asuntos Internacionales), publicó un artículo el 7 de octubre bajo el título “Lasting Israel–Palestine Peace Will Not Be Possible without a New Policy To Neutralize the Iranian Threat” (La paz duradera entre Israel y Palestina no será posible sin una nueva política para neutralizar la amenaza iraní). Su autor no es solo un miembro asociado más de Chatham House. Se trata de sir John Jenkins, ex embajador británico en Siria, Iraq, Libia y Arabia Saudita, orgulloso Caballero Comendador de la Orden de San Miguel y San Jorge (KCMG) y Teniente de la Real Orden Victoriana (LVO), considerado en su día el “arabista de mayor rango” en el Ministerio de Asuntos Exteriores y de la Mancomunidad antes de jubilarse en 2015. Sir John expuso la línea que se oye repetir constantemente como un loro por el partido de la guerra de Estados Unidos: No habrá “paz” en el sudoeste de Asia hasta que Irán sea destruido. 

“Algunas personas pueden haber pensado que la guerra de Gaza se trataba de Palestina. Los dramáticos acontecimientos de las dos últimas semanas sugieren que en realidad siempre se trató de Irán”, dice el autor Ni una sola vez menciona el genocidio, la limpieza étnica y volver polvo a Gaza. De hecho, es explícito al afirmar que, en su opinión, “el conflicto palestino-israelí debería ser una cuestión de segundo orden” en la creación del nuevo orden que prevé para el sudoeste asiático. Sin embargo, dado que “el único éxito real de los palestinos ha sido internacionalizar su causa”, escribe a regañadientes que hay que resolver ese conflicto, pero sólo después de que Hamás, Hezbolá e Irán hayan sido eliminados. En sus palabras: 

“La dura verdad es que... no se puede llegar a un acuerdo simplemente mediante un cese al fuego o negociaciones con la Autoridad Palestina (AP) o la Organización para la Liberación de Palestina (OLP). Sólo podrá alcanzarse una vez que Hamás y, en particular, Hezbolá dejen de ser amenazas importantes para Israel, e Irán ya no tenga poder para perturbar el surgimiento de un nuevo orden regional. Un cese al fuego ahora, sin resolver los problemas mayores, simplemente garantiza la reanudación del conflicto en uno o dos años más...”. 

Ciert que sir John nunca escribe “bombardear Irán”. Lo que dice es que, aunque “idealmente” lo que se necesita es un cambio de régimen en Irán, en este momento “la manera en que los actores externos” (nosotros, los imperialistas) intervengan en la región es “desmantelar la influencia [de Irán] en Líbano, Siria, Iraq, Gaza y Yemen”. Y al mismo tiempo: 

“Por encima de todo, Estados Unidos y sus socios deben mantenerse cerca de Israel y proporcionar garantías férreas de seguridad a largo plazo. Eso tiene que significar ayudar a Israel a neutralizar a Hezbolá y Hamás, y también a los Hutíes, a los que no se puede permitir que se conviertan en un Hezbolá del Sur”. 

Añade tres recetas políticas más: cerrar “mezquitas, centros culturales y falsas organizaciones de derechos humanos que Irán ha utilizado para moldear la opinión a su favor” en los países occidentales; imponer más sanciones a Irán, unilateralmente, si es necesario por el Reino Unido, “tal vez con aliados dentro de la UE”; y “proscribir el Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica (IRGC) como organización terrorista”. 

Y ése es un paquete de políticas que garantiza la guerra.