El Medio Oriente se sume en el caos, ¿dónde están los dirigentes valientes?
14 de octubre de 2024 (EIRNS) — Mientras el Congreso de Estados Unidos está ocupado haciendo campaña en sus distritos y los medios de comunicación bombardean a la gente con noticias cargadas de emociones en vísperas de las elecciones estadounidenses del 5 de noviembre, el mundo transcurre en una línea de tiempo claramente distinta. El sudoeste de Asia se encuentra al borde de la explosión, en tanto que Israel extiende las bárbaras y bestiales acciones que perpetra en Gaza, a Cisjordania, al Líbano, y amenaza con lanzar un ataque a gran escala contra Irán. El Presidente y el ministro de Asuntos Exteriores de Irán están llevando a cabo una intensa actividad diplomática con la intención de que esto pueda evitarse: el Presidente de Irán, Masoud Pezeshkian, habló con el Presidente de Francia, Emmanuel Macron, y además el ministro de Asuntos Exteriores de Irán, Abbas Araghchi, viajó a Iraq tras haber visitado Beirut, Damasco, Riad y Doha en poco más de una semana.
No obstante, Israel sigue prometiendo que va a tomar represalias contra Irán tras el ataque de este último el 1º de octubre, amenazando con envolver en llamas a toda la región. Un conflicto entre Israel, una potencia nuclear clandestina que cuenta con el pleno respaldo de Estados Unidos, e Irán, que recientemente ha aumentado su relación en materia de defensa con Rusia, y del que se rumorea que es capaz de escalar aún más la producción de una bomba nuclear rudimentaria en cuestión de días, indica con qué facilidad esto podría convertirse en un conflicto nuclear a nivel mundial.
La idea de que el Occidente "liberal" y "democrático" pueda seguir gozando de una mínima credibilidad en el futuro se ha desvanecido, ya que ahora llegan noticias de que Israel está avanzando hacia una campaña total de "rendición o muerte por inanición" en la parte norte de la Franja de Gaza, donde viven unas 300.000 personas. Esto se suma a los informes cada vez más numerosos de balas de francotiradores encontradas en niños palestinos, y al reciente ataque contra el Hospital de los Mártires de Al-Aqsa en el centro de Gaza, durante el cual asesinaron quemados vivos a pacientes que allí se encontraban. Esta situación ha llegado a un punto de inflexión absoluto, y no podemos permitir que siga sucediendo.
En Ucrania, la situación no es mejor. A pesar de los indicios de que se está gestando un cambio de política, pues cada vez son más los que admiten que una victoria ucraniana sobre Rusia es imposible, no hay ningún indicio de que haya cambiado la estrategia general de Occidente de buscar la derrota estratégica de Rusia. El Presidente Joe Biden viajará ahora a Alemania a finales de esta semana, aunque está por ver si anunciará algo más allá de meros tópicos y simpatías hacia Ucrania. Luego de que la semana pasada, Anatoly Antonov, embajador de Rusia en Estados Unidos, dejara su cargo y retornara a su país, la comunicación entre las dos superpotencias ha pasado a ser inexistente, una situación absolutamente catastrófica dado que Estados Unidos está prácticamente en guerra con Rusia.
El mundo se encuentra en el momento más peligroso de su historia. Al mismo tiempo, se encuentra en su momento de mayor flujo y potencial, ya que el “orden” posterior a la Segunda Guerra Mundial se está derrumbando a nuestro alrededor.
"¿Pero por quién debería votar yo?", exigen saber los tontos testarudos en Estados Unidos. "Al fin y al cabo ¡hay que escoger uno!". En realidad, el hecho de que se perpetúe esta ilusión, ejemplificada por el pragmatismo electoral de los estadounidenses, sólo garantiza que se desaproveche el momento que vivimos para lograr un cambio real y genuino. La verdadera pregunta es: "¿Qué me pide la historia que haga?".
Abordar de manera honesta esa pregunta es el primer paso para resolver la crisis actual. Sin embargo, luego de considerar esa primera pregunta, surge rápidamente una segunda: "¿Cuál es el estado del mundo para que un pequeño error pueda llevar a la humanidad a la extinción, y qué hay que hacer para cambiar esa situación?". Por poco práctico que pueda parecer a quienes están condicionados por las rutinas del ciclo de noticias, la decisión más importante que tomarán no es ¿por quién votar? sino ¿qué calidad de cambio vas a esforzarte para que se implemente?
Esta cuestión fue abordada provechosamente en una columna de opinión del Consejo Editorial del diario semioficial chino Global Times el 13 de octubre, en respuesta al llamado del director general del Departamento de Control de Armamentos del Ministerio de Asuntos Exteriores de China, Sun Xiaobo. Debemos establecer “un mundo libre de armas nucleares”, dijo Sun el 10 de octubre ante un comité de la ONU sobre Desarme y Seguridad Internacional. Al respecto, Global Times escribe: “El orden internacional posterior a la Segunda Guerra Mundial, asi como la estrategia de disuasión nuclear de la Guerra Fría, no ha abordado adecuadamente las cuestiones fundamentales en torno a las armas nucleares. Aunque el concepto de destrucción mutua asegurada puede haber evitado el conflicto directo entre potencias nucleares, ha mantenido al mundo bajo la sombra constante de la amenaza nuclear... Necesitamos una comprensión matizada de la dinámica de la seguridad global que vaya más allá de las narrativas simplistas de 'nosotros contra ellos'... Necesitamos un cambio de paradigma en el enfoque de la seguridad global”, un enfoque que “reconozca que en un mundo interconectado, la seguridad de una nación está inextricablemente ligada a la seguridad de todas”.
En otras palabras, una nueva arquitectura de seguridad y desarrollo, como viene reclamando Helga Zepp-LaRouche desde el 22 de noviembre de 2022. Sólo un nuevo sistema de este tipo puede tener una oportunidad de garantizar la supervivencia de la humanidad en esta fecha tan tardía. Esto, y nada menos, es la cuestión que determina hoy la historia.
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