17 de octubre de 2024 (EIRNS) — El secretario de Estado de EU, Antony Blinken y el secretario de Defensa Lloyd Austin enviaron una advertencia al ministro de Defensa de Israel Yoav Gallant y al ministro de Asuntos Estratégicos Ron Dermer, de que la ayuda humanitaria a Gaza era drásticamente insuficiente, pero, sin prisas, tenían 30 días para averiguar cómo permitir el paso de camiones de ayuda a través de los puestos de control. El comunicado al respecto del Pentágono dice que el 13 de octubre, Austin planteó a Gallant “la terrible situación humanitaria en Gaza y subrayó que deben tomarse medidas para resolverla”. 

En la carta se afirma que si tenían que tomarse “medidas concretas” para mejorar la situación en esos 30 días. “No demostrar un compromiso sostenido para aplicar y mantener estas medidas puede tener implicaciones para la política estadounidense en virtud de la NSM-20 y la legislación estadounidense pertinente”. En ese respecto, los receptores de armas estadounidenses deben proporcionar “garantías creíbles y fiables por escrito» de que respetarán el derecho internacional. Por supuesto, una carta similar había sido enviada en abril, según dijo ayer el portavoz del Departamento de Estado, Matthew Miller; aunque no llegó a explicar que en mayo, Blinken simplemente había mentido al Congreso en el sentido de que la garantía escrita de Israel era creíble y fiable, con el fin de que siguieran llegando las bombas de 2.000 libras. 

La carta dice que la cantidad de ayuda que entró en Gaza el mes pasado fue “la más baja de todos los meses del año pasado”. Aunque Israel aplicó una serie de disposiciones para mejorar el flujo de ayuda a Gaza tras prometerlo en primavera, “la cantidad de ayuda entregada [desde entonces] ha descendido más de un 50%”. Según la resaeña de la carta que publica el diario Times of Israel, Israel debe aumentar el suministro de ayuda humanitaria para el comienzo del invierno a 350 camiones de ayuda al día; facilitar la ruta de entrega de ayuda a través de Jordania; y poner fin al “aislamiento” del norte de Gaza. Al parecer, la carta exhorta a volver a 50 ó 100 camiones/día antes del invierno. (Esto supone un nivel del 10 al 20% en la ayuda que entraba en Gaza antes del 7 de octubre de 2023). 

A los periodistas les costó bastante obtener una respuesta a por qué se especificó un periodo de espera de 30 días, pero a más de uno no se le ha pasado por alto que la vicepresidente Kamala Harris consigue llegar a los votantes árabe-americanos como si el gobierno estuviera adoptando una postura para defender a las víctimas de Gaza, mientras que no tiene que ponerse realmente a prueba hasta después de las elecciones. En particular, Annelle Sheline, que dimitió del Departamento de Estado a principios de este año por la política del gobierno de Biden hacia Israel, dijo: “Es muy conveniente que la fecha límite sea después de las elecciones”. Es probable que la carta se escribiera para persuadir a los votantes musulmanes y árabes-estadounidenses de estados indecisos como Michigan para que se pusieran del lado de los demócratas dentro de tres semanas. 

Efectivamente, Harris tuiteó desde su cuenta oficial en X: “Los civiles deben ser protegidos y deben tener acceso a alimentos, agua y medicinas. Debe respetarse el derecho internacional humanitario”. 

Dejando a un lado estas sutilezas, el grupo del cabildo sionista, el Comité Estadounidense de Asuntos Públicos de Israel (AIPAC, por sus siglas en inglés) publicó en X: “Amenazar con cortar el apoyo estadounidense a Israel mientras se enfrenta a Irán y sus aliados en siete frentes debilita a nuestro aliado, vulnera los intereses estadounidenses y transmite un peligroso mensaje a nuestros enemigos comunes sobre el apoyo de Estados Unidos a nuestros aliados democráticos”. Y añaden que, en su opinión, Israel ha tomado medidas para hacer frente a la crisis en condiciones difíciles.