17 de octubre de 2024 (EIRNS) — El siguiente artículo se publicó en la edición de EIR’s Strategic Alert de la semana pasada, con el título “Los eurócratas contra Orbán: Quien va por lana sale trasquilado”. 

En su discurso inaugural ante el Parlamento Europeo el 9 de octubre, Viktor Orbán destacó la competitividad como una cuestión esencial de la presidencia húngara del Consejo de Europa, y señaló a los precios de la energía como un obstáculo funddamental. “Como consecuencia del abandono de las fuentes de energía rusas, la Unión Europea (UE) ha perdido un importante crecimiento del PIB”, dijo. “No debemos caer en la ilusión de que la transición ecológica ofrece por sí misma una solución al problema”, argumentó, añadiendo que la descarbonización ha provocado una desaceleración de la productividad y la pérdida de puestos de trabajo. 

A continuación, la presidente de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, arremetió contra la postura de Hungría frente a Rusia, comparando a los ucranianos con los húngaros que lucharon contra la ocupación soviética en 1956. Lamentó que “un Estado miembro en particular” siga tratando de comprar combustibles fósiles a Rusia a pesar del compromiso de la UE con la independencia energética. Y, como de costumbre, criticó la política húngara de inmigración y asilo. 

Luego de von der Leyen, Manfred Weber, del Partido Popular Europeo, lanzó una larga diatriba contra el Primer ministro de Hungría, acusándole de no mencionar a Ucrania porque “colabora con el agresor”. A Weber le siguió Iratzke García Pérez, quien habló en nombre del segundo grupo más numeroso, los socialistas, para acusar a Orbán, entre otras cosas, de “beneficiarse de miles de millones de euros de fondos europeos que usted desvía a una corte de oligarcas corruptos”. Acusaciones similares hicieron los líderes de otras facciones, excepto los de los Conservadores y los de la propia facción de Orbán, los Patriotas por Europa. 

Viktor Orbán pronunció un largo discurso en respuesta, acusando a von der Leyen de declaraciones falsas (nomen est oman) y de ser responsable de políticas fallidas. Lamentó que ella hubiera sobrepasado los límites del papel que el Tratado Europeo atribuye a la Comisión, es decir, el papel de “Guardián de los Tratados” neutral. En su lugar, está “convirtiendo al Guardián del Tratado en un arma política”. En cuanto a la comparación de los luchadores por la libertad húngaros de 1956 con la Ucrania actual, la calificó de “errónea y una profanación de la memoria de los luchadores por la libertad húngaros”. 

Dirigiéndose a Weber, respondió: “He evitado deliberadamente Ucrania en relación con la Presidencia, pero si quiere hablar de ello, hablemos”. Y continuó: “Como dice la prensa anglosajona, si queremos ganar, primero debemos tener el valor de admitir que estamos perdiendo. Porque el hecho es que estamos perdiendo en el frente ucraniano. Y ustedes pretenden aquí que no es así. La realidad es que, gracias en parte a la Presidente de la Comisión, la Unión Europea ha entrado en esta guerra de forma imprudente, basándose en errores de cálculo y con una estrategia errónea. Si queremos ganar, hay que cambiar la actual estrategia perdedora. Es una estrategia mal planificada y mal ejecutada. Si seguimos por este camino, perderemos. Si queremos que Ucrania no pierda, debemos cambiar de estrategia. Le sugiero que considere lo siguiente. 

“En toda guerra debe haber diplomacia. Debe haber comunicación, contactos directos o indirectos. Si no lo hacemos, nos adentraremos cada vez más en el pozo de la guerra. Se producirán más y más situaciones desesperadas, morirá más y más gente, cientos de miles están muriendo mientras hablamos, miles están muriendo en Ucrania. Con esta estrategia no habrá solución a este conflicto en el campo de batalla. Por eso sugiero que, en lugar de eso, aboguemos por la paz, aboguemos por un cese al fuego y hagamos una estrategia diferente, porque todos vamos a salir perdiendo con eso!.