18 de octubre de 2024 (EIRNS) — Una evaluación sobria de la actual situación estratégica internacional lleva a la conclusión de que Londres y Washington bien podrían desatar a Israel para bombardear Irán, posiblemente incluyendo sus instalaciones nucleares, en medio de la Cumbre del BRICS que se llevará a cabo del 22 al 24 de octubre en Kazán, Rusia. 

Irán es uno de los cuatro nuevos miembros del BRICS que se unieron a esa asociación el 1 de enero de 2024. La Cumbre del BRICS deliberará sobre el aumento en sus filas, y sobre la cuestión central sustantiva de cómo reemplazar el actual sistema financiero y monetario en bancarrota basado en el dólar (inflado más allá de toda esperanza de recuperación con más de 2 mil billones de dólares en derivados y otros activos especulativos) por una nueva arquitectura financiera internacional centrada en el desarrollo. 

Se recuerda a los lectores que cuando el gobierno de Obama invadió Libia y asesinó a sangre fría al Presidente Muamar Gadafi en octubre de 2011 (mientras la secretaria de Estado Hillary Clinton sonreía incontrolablemente: “Vinimos, vimos, murió”), Lyndon LaRouche declaró inmediatamente que el objetivo estratégico de ese crimen de guerra era desencadenar guerras en expansión contra Siria e Irán, y luego contra Rusia y China. El objetivo estratégico real, explicó, era destruir cualquier alternativa al sistema de la City de Londres y Wall Street que ya estaba en proceso de derrumbe,  que es precisamente lo que se está gestando ahora en torno a los BRICS. 

El hecho de que los aviones y las bombas convencionales de Israel no puedan destruir las instalaciones nucleares de Irán, que al parecer se encuentran a gran profundidad bajo tierra, fuera del alcance incluso de las enormes bombas destructoras de búnkeres, no descarta un ataque israelí de este tipo. Tampoco se puede descartar que el gobierno de Netanyahu opte por utilizar las armas nucleares de Israel contra las instalaciones nucleares iraníes, tras lo cual se cierran todas las apuestas; o podrían lanzar un ataque convencional contra ellas con la esperanza de que esto provoque una respuesta iraní suficiente como para arrastrar entonces a Estados Unidos a una participación más directa en la guerra regional que se extiende rápidamente. Además, Irán y Rusia han alcanzado un amplio acuerdo de seguridad y cooperación que se espera firmen en la cumbre del BRICS. 

De hecho, el viceministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguéi Ryabkov, consideró necesario lanzar una dura advertencia pública a Israel el 17 de octubre: “Hemos advertido muchas veces y seguimos advirtiendo, para prevenir contra la posibilidad, incluso hipotética, de un ataque contra instalaciones nucleares e infraestructura nuclear”. Calificó tal maniobra como “un actontecimiento catastrófico y una negación completa de los principios básicos de la seguridad nuclear”. 

Por su parte, la cadena CNN informó que “el plan de Israel para responder al ataque [de represalia] de Irán del 1 de octubre está listo”, y que “funcionarios estadounidenses esperan que Israel tome represalias contra el ataque iraní de este mes antes del 5 de noviembre”. 

Al mismo tiempo, el cada vez más frenético y desesperado Volodímir Zelenski dijo ayer en una reunión de Ministros de Defensa de la OTAN en Bruselas, que o bien Ucrania debe ser admitida inmediatamente en la OTAN, o de lo contrario Ucrania tendrá que obtener sus propias armas nucleares. 

De este modo, el peligro de una guerra nuclear acecha ahora a la vuelta de cada esquina, y continuará haciéndolo hasta que el sistema que ha engendrado ese peligro sea sustituido por una nueva arquitectura internacional de seguridad y desarrollo, construida sobre la ciencia y la cultura clásica, como ha insistido la fundadora del Instituto Schiller, Helga Zepp-LaRouche. 

Pruebe lo que eso significa en el mitin y concierto por la paz bajo techo de Sare-Vega en la ciudad de Nueva York, el sábado 26 de octubre a las 2:00 p.m. (hora del Este de EU), “Construyamos un coro por la paz contra los engendros de la guerra”. Consigue tus entradas aquí.