29 de octubre de 2024 (EIRNS) — Los observadores de la Organización de Seguridad y Cooperación Europea (OSCE) en Georgia informaron que no hubo irregularidades sistémicas en las elecciones del 26 de octubre, ganadas ampliamente por el partido gobernante Georgia Dream. Sin embargo, la mentada “Sociedad Internacional para las Elecciones Justas y la Democracia” (ISFED, por sus siglas en inglés), dice lo contrario. ¿Qué es la ISFED? Está financiada casi en su totalidad por donantes occidentales, entre los que destacan la Unión Europea, la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) y la infame Fundación Nacional para la Democracia de Estados Unidos, junto con varias embajadas europeas. 

Irina Mamulashvili, gestora de programas en ISFED, ha estado en el centro de las operaciones, durante al menos los últimos cinco meses, para poner en práctica el plan occidental de convertir Georgia en un nuevo sustituto como Ucrania en la guerra contra Rusia. En mayo, cuando la asamblea legislativa georgiana votó la ley de transparencia, que impide a los “agentes extranjeros” ocultar sus operaciones dentro de Georgia, ISFED estuvo metida a fondo en el desafío abierto a la ley, con la esperanza de que pudieran derrotar al partido gobernante Sueño Georgiano antes de que el gobierno de Tiflis pudiera empezar a aplicar las multas prohibidas. Mamulashvili declaró a Radio Free Europe Radio Liberty (medios del gobierno de EU) en mayo: “Nuestra prioridad inmediata es llegar de algún modo a las elecciones” de octubre sin acatar la ley. “Después de las elecciones, sinceramente, no sabemos qué vamos a hacer”. 

El hermano de Mamulashvili, Mamaku Mamulashvili, es el jefe de la tristemente célebre Legión Georgiana. Aparte de su reputación por crímenes de guerra en Ucrania, hay testimonios de primera mano de su papel prominente como agente provocador para convertir en violentas las manifestaciones de Kiev de 2014. Según este testimonio fueron los francotiradores de Mamulashvili en Kiev, los que dispararon tanto a los manifestantes como a la policía de Berkut, matando víctimas en ambos lados, con el fin de maximizar el caos y sabotear el acuerdo de paz entre el gobierno y los manifestantes. 

En las manifestaciones de ayer en Tiflis, se observó a varias personas que llevaban uniformes militares con parches tanto de la bandera georgiana como de la ucraniana, un distintivo de la Legión Georgiana. TASS informó, con base en una “fuente de seguridad regional” no identificada, que “francotiradores entrenados en Ucrania” se encuentran ahora en Georgia, lo que representa el detonante para convertir las protestas por las elecciones en un caos sangriento. TASS señala que, según fuentes oficiales bien informadas, “en sus intentos por desequilibrar la situación política interna en Georgia tras las elecciones del 26 de octubre y desencadenar otra revolución de colores, los occidentales no se detienen ante nada. Francotiradores entrenados en Ucrania están llegando a la república para organizar provocaciones durante las protestas masivas”.