30 de octubre de 2024 (EIRNS) — Es una conclusión previsible que el menos malo de los dos en las elecciones presidenciales de Estados Unidos no será capaz, si se le deja a sus propios recursos, de dar el simple paso de hacer que el país se aleje de la adicción a una economía de “casino de juego”, y abrace la movilización económica de la ciencia, la industria y la agricultura en que se encuentra la nueva Mayoría Global del BRICS. Si se les deja a su arbitrio, tal vez se podría esquivar una confrontación termonuclear por Ucrania y tropezar en una por Israel, o viceversa; o si el colapso del dólar se produjera antes de una explosión en Ucrania o Israel, entonces podría estallar una conflagración nuclear sin necesidad de utilizar un sustituto. 

El reto evidente, para los ciudadanos estadounidenses como y para los demás países, es no dejar al próximo Presidente de Estados Unidos a su arbitrio. 

A las 11:00 am (H/este de EU) de hoy 30 de octubre, habrá una conversación en vivo con Helga Zepp-LaRouche, fundadora del Instituto Schiller, sobre el tema “La Cumbre de los BRICS y el fin de 500 años de colonialismo”. En ella se abordará el desafío de cómo no dejar al próximo presidente de Estados Unidos a su arbitrio. 

El pasado sábado 26 de octubre, Zepp-LaRouche identificó por qué la Cumbre de los BRICS es amiga de todos: “Están construyendo un gran, Nuevo Banco de Desarrollo del Sur Global, una nueva plataforma de Inversiones, una nueva bolsa de cereales del BRICS, y otras instituciones, que les ayudarán a crecer. Es la tarea más urgente para restablecer la paz mundial que Estados Unidos apoye este esfuerzo. Debemos recordar que la Guerra de Independencia estadounidense fue la primera guerra anticolonial de la historia, al establecer la independencia de Estados Unidos con respecto al imperio británico”. 

En conversaciones posteriores mantenidas ayer con asociados, Zepp-LaRouche comentó: “Tenemos que dejar absolutamente claro que la única forma de superar el peligro de una Tercera Guerra Mundial es conseguir que el Occidente colectivo, es decir, Estados Unidos y las naciones europeas, ponga fin a su tonta confrontación geopolítica contra esta nueva mayoría del mundo. Al fin y al cabo, el BRICS, tal como es ahora, representa 4.700 millones de personas, el 57% de la población mundial, y hay muchos más países en fila esperando a unirse. Y sería insensato hasta la locura que Occidente siguiera oponiéndose a ello”. 

En un acto para celebrar un siglo de relaciones diplomáticas franco-rusas el lunes 28 de octubre, Pierre de Gaulle, nieto del ex Presidente de Francia, el general Charles de Gaulle, propuso que la Unión Europea (UE) despierte a la nueva realidad y se una al BRICS. Dijo que “está naciendo un nuevo mundo multipolar, una dinámica real liderada por Rusia con otros países como China e India. Es una realidad, es una poderosa alternativa económica, financiera, diplomática, humanitaria. Y es del interés de Francia unirse a ella para su propio desarrollo... El BRICS es una alianza natural de países que quieren desarrollarse juntos, pero a su manera, en la que cada uno respeta al otro. Por eso el BRICS tendrá éxito, y es esencial que Francia, como otros países de la UE, se una a él”. 

Ayer, el consdejo directivo del diario semioficial chino Global Times publicaron una editorial en la que destacan que en la cumbre del BRICS de la semana pasada, la reunión del Primer ministro de India, Narendra Modi, y el Presidente de China, Xi Jinping, luego de que acordaron congelar su disputa fronteriza, “tiene profundas implicaciones para la geopolítica asiática y el emergente orden mundial multipolar... El ‘nada fácil’ camino a seguir implica equilibrar múltiples imperativos. Esto significa mantener la autonomía estratégica de India al tiempo que se abordan las necesidades económicas. Demuestra la voluntad de entablar un diálogo para el desarrollo conjunto con China”. Y, cabría añadir, socava la capacidad de Londres y Washington para manipular a las dos mayores poblaciones del mundo en su contra y, por tanto, para sabotear al BRICS y a la mayoría mundial. 

También la semana pasada, al margen de la cumbre del BRICS, los corresponsales de EIR preguntaron a un asesor del Presidente Vladimir Putin, Anton Kobyakov, sobre el potencial del BRICS “para cambiar la perspectiva de las élites angloestadounidenses, para participar positivamente en el desarrollo de una nueva arquitectura de seguridad y desarrollo, como propone Helga Zepp-LaRouche, del Instituto Schiller?”. Kobyakov se mostró que estaba en la misma línea, respondiendo: “De hecho, esperamos que participen en la elaboración, por así decirlo, de iniciativas de paz. Nuestro Presidente siempre habla de eso”. 

Ayer el Presidente Putin anunció un ejercicio militar nuclear completo, con simulacros de las acciones que los altos mandos deben llevar a cabo en una guerra nuclear. Se dispararon misiles desde submarinos, desde bombarderos estratégicos y desde tierra. El Ministerio de Defensa anunció que “todos los misiles alcanzaron sus objetivos”. 

Está claro que Putin espera lo mejor, pero se prepara para lo peor. Contrariamente a los rumores, Moscú no controla cómo los políticos occidentales gestionan sus asuntos. La elección está clara. No dejar a los jefes de Estado inmaduros a arbitrio.