31 de octubre de 2024 (EIRNS) — La principal organización de planificación de política exterior británica, el Real Instituto de Asuntos Internacionales, más conocidao como la Chatham House, publicó un nervioso "Comentario de expertos", escrito por Creon Butler, director del Programa de Economía y Finanzas Mundiales, en el que sugería que, tras las elecciones presidenciales en Estados Unidos, podría ser necesario reajustar el Grupo de los Siete (que actualmente incluye a Estados Unidos, además del Reino Unido, Francia, Alemania, Italia, Canadá y Japón) para convertirlo en un "Grupo de los Seis", excluyendo sin contemplaciones a Estados Unidos. El titular es claro: "Las elecciones estadounidenses podrían crear la necesidad de una alternativa al G7, sin que Estados Unidos estuviera representado. Los aliados tradicionales de Estados Unidos necesitan encontrar una forma de trabajar juntos en algunas cuestiones de política mundial, incluso cuando Estados Unidos no participe. Un grupo 'G6 plus' podría ser la respuesta". 

El primer párrafo explica mejor la preocupación: "Una victoria de Donald Trump dará lugar a marcadas diferencias entre Estados Unidos y sus socios más cercanos en cuestiones económicas esenciales a escala mundial. Los aliados de Estados Unidos, sin duda alguna, intentarán persuadir al nuevo Presidente para que modere su postura, pero la experiencia sugiere que esto tendrá poco o ningún efecto. Puede que entonces quieran trabajar en el entorno de Estados Unidos, o en una vía paralela. Pero hacerlo será muy difícil a menos que dispongan de un marco para debatir y desarrollar ideas colectivamente. ¿Podría ayudar algún tipo de foro 'G6 plus'?". 

El reciente traslado de las actividades de apoyo de la OTAN a Ucrania, desde la Base Aérea estadounidense de Ramstein, en Alemania, a las instalaciones de la OTAN en Wiesbaden, refleja el mismo reposicionamiento estratégico. 

La misma cuestión se abordó desde un ángulo diferente en un artículo publicado el 28 de octubre en la revista Foreign Policy (fundada por Samuel Huntington en 1970), titulado, "A Contested U.S. Election Would Mean Global Instability" (Unas elecciones disputadas en Estados Unidos significarían inestabilidad mundial), en el que se presenta el escenario británico para después de las elecciones estadounidenses: Estados Unidos y la mayor parte del mundo se sumen en el caos; los británicos intervienen para "estabilizar" al mundo y dirigir el espectáculo. 

Lo ocurrido después del 6 de enero del 2020 no es nada comparado con lo que podría ocurrir si se impugnan las elecciones del 2024, es decir, si cualquiera de las partes rechaza el resultado oficial, afirma el autor. "Cualquier cuestionamiento del resultado de las elecciones presidenciales [de EU] podría tener consecuencias mundiales". El artículo cita a Brian Klaas, profesor asociado de política global en el University College de Londres, a Jade McGlynn, investigadora del departamento de estudios bélicos del King's College de Londres, y a otros expertos de este tipo para argumentar que "el caos de la incertidumbre sobre el próximo gobierno complicaría todas las decisiones de política exterior, especialmente en Oriente Medio. La inestabilidad de la política estadounidense puede causar incertidumbre en todo el mundo", concluye el artículo.