2 de noviembre de 2024 (EIRNS) — La destrucción de Líbano y los territorios palestinos por parte de Israel continúa sin tregua. La última barbarie de la campaña israelí es la demolición que ejecutaron las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) de la oficina de la UNRWA en el campo de refugiados de Nur Shams, en la ciudad cisjordana de Tulkarem, el 31 de octubre. "Las excavadoras israelíes derribaron el edificio, desde el cual la agencia de la ONU gestiona las necesidades diarias de los residentes", declaró a la agencia turca de noticias Anadolu, Nehad al-Shaweeh, quien dirige un comité local de servicios en el campo. "El edificio sufrió daños parciales en anteriores incursiones israelíes y hoy ha sido completamente demolido por las fuerzas de Israel", añadió.

Anadolu observa que el edificio fue destruido tres días después de que la Knéset (el parlamento israelí) aprobara la legislación que prohíbe las actividades de la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (UNRWA, por sus siglas en inglés) en Cisjordania, Jerusalén Este y Gaza.

En Líbano, la agencia AP informó el 1º de noviembre que los ataques aéreos israelíes demolieron "docenas" de edificios en el barrio de Dahiya de Beirut, al mismo tiempo que Israel ha intensificado sus ataques aéreos contra la ciudad nororiental de Baalbek y las aldeas cercanas, y también contra diferentes partes del sur de Líbano. No informa sobre el número de víctimas, pero el Ministerio de Sanidad de Líbano dijo que más de 2.800 personas han muerto y 13.000 han resultado heridas desde el 8 de octubre de 2023.

Un análisis publicado el 31 de octubre en The Washington Post, que se basa en datos de satélite, concluye que, hasta el 26 de octubre, Israel había dañado o destruido casi una cuarta parte de todos los edificios de 25 municipios libaneses cercanos a su frontera. En toda la zona fronteriza, al menos 5.868 edificios han sido dañados o destruidos, incluida casi la mitad de las estructuras en las dos zonas más afectadas, Ayta al-Shab y Kfar Kila, informó el periódico The Washington Post. La mayor parte de los daños (casi el 80% de ellos) se han producido desde el 2 de octubre, el día después de que Israel lanzara su invasión terrestre. Desde entonces, la destrucción ha continuado a un ritmo acelerado, duplicándose aproximadamente cada dos semanas, incluso cuando las autoridades israelíes dicen que están dispuestas a iniciar negociaciones para poner fin a la guerra. Videos que fueron verificados y que obtuvo The Washington Post muestran también más de una docena de demoliciones controladas llevadas a cabo por el ejército israelí, que dañaron o destruyeron al menos nueve lugares religiosos.

En el norte de Gaza, las fuerzas israelíes atacaron al Hospital Kamal Adwan, uno de los últimos hospitales que quedaba en funcionamiento, destruyendo suministros médicos sumamente necesarios que la Organización Mundial de la Salud (OMS) había enviado a esta institución, dijo la agencia de la ONU. Los ataques provocaron un incendio que afectó a la unidad de diálisis, destruyó depósitos de agua, dañó el edificio de cirugía e hirió a cuatro médicos que intentaban extinguir las llamas, declaró el Dr. Hussam Abu Safiya, director del Hospital Kamal Adwan.