2 de noviembre de 2024 (EIRNS) — En el sudoeste de Asia, donde Israel sigue con su guerra genocida en Gaza y el sur del Líbano, perpetró esta semana la atrocidad de arrasar edificios en la capital provincial de Cisjordania, Tulkarem, donde la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (UNRWA, por sus siglas en inglés) ha estado llevando a cabo la ayuda al campamento de Nur Shams. La UNRWA, que desde su fundación en 1949 recibió el mandato de proporcionar ayuda a los palestinos en la transición hasta que Palestina se convirtiera en un Estado independiente, una transición prolongada injustamente durante décadas, ha sido ilegalizada unilateralmente esta semana por Israel, y ahora se encuentra físicamente bajo destrucción. En Líbano se estima que la devastación allí significa que una cuarta parte de todos los edificios han sido destruidos en 25 municipios cercanos a la frontera con Israel.

En Ucrania, el Occidente Colectivo, o la OTAN Global, continúa su guerra contra Rusia por medio de Ucrania, bajo la narrativa ilusoria de que el combate debe continuar “hasta que Rusia sea derrotada”. La realidad es que, como señaló ayer Scott Ritter, ex inspector de armamento de la ONU y oficial de la infantería de marína de EU, “Rusia ya ganó”. Debería prevalecer la razón y resolverse la situación, en lugar de matar a miles de personas más cada día. Pero en lugar del enfoque de la razón, se echa más leña al fuego. Ahora sigue la nrrativa del miedo, con el cuento de que hay 10.000 soldados norcoreanos entrenándose en Rusia, según dijo el 31 de octubre el secretario de Estado Antony Blinken: “la información dice” que 8.000 están en Kursk luchando contra Ucrania, o si no, estarán allí pronto. Blinken habló junto al secretario de Defensa de Estados Unidos, Lloyd Austin, y sus homólogos de Corea del Sur, que se encuentran en Washington para una reunión de los respectivos cancilleres y ministros de Defensa.

Pasándose de la raya, el representante Mike Turner (republicano de Ohio), presidente de la Comisión de Inteligencia de la Cámara de Representantes, dijo en una entrevista con el presidente del Consejo Atlántico, Frederick Kempe, según la reseña de Ukrainska Pravda: “Creo que Estados Unidos y los aliados de la OTAN deberían discutir seriamente y considerar la posibilidad de atacar directamente a las tropas norcoreanas que están en Ucrania”.

Esta es una perspectiva del Infierno en la Tierra. Si no se detiene, la locura desembocará en un intercambio nuclear que aniquilará la civilización.

En la reunión de la Coalición Internacional por la Paz (CIP) de este viernes 1º de noviembre, la 74ª sesión semanal consecutiva, en la que Scott Ritter hizo su evaluación, la iniciadora de la CIP, Helga Zepp-LaRouche, dirigente del Instituto Schiller, destacó que la alternativa a la locura del mal y la guerra, es “visible” plenamente. Explicó que que se están aglutinando las fuerzas internacionales, como se demostró en la Cumbre del BRICS 22 al 24 de octubre en Kazán, Rusia, y en otras manifestaciones. Ayer fue el segundo de los dos días de reunión en Bielorrusia, de la “Segunda Conferencia Internacional sobre Seguridad Euroasiática”. Los 600 asistentes, que representan a 40 países, deliberan sobre “los prometedores contornos de la futura seguridad euroasiática”, como dijo en su discurso de apertura el Presidente anfitrión, Aleksandr Lukashenko.

Hay movimiento incluso en Europa. El 31 de octubre, en Viena, el Primer ministro de Hungría, Viktor Orbán, y el ex Canciller alemán Gerhard Schröder participaron en una conferencia sobre la paz. Hablaron de la necesidad de retirar las fuerzas de guerra y avanzar hacia la resolución del conflicto de Ucrania.

La evaluación de Zepp-LaRouche es que estos avances positivos indican que “es posible un diseño completamente diferente de la política mundial”. Anunció que el Instituto Schiller auspiciará una conferencia internacional en línea los días 7 y 8 de diciembre, y dio a conocer la siguiente invitación preliminar para la conferencia. Los detalles se darán a conocer próximamente:

En el espíritu de Schiller y Beethoven: ¡Todos los hombres voverán a ser hermanos!

No es exagerado decir que el mundo está experimentando actualmente la crisis más profunda de toda su historia, aunque sólo sea por la realidad de que si alguna de las guerras regionales se convirtiera en una guerra global, la existencia, y casi segura, utilización de armas nucleares llevaría a la aniquilación de la especie humana.

No cabe esperar que las elecciones presidenciales estadounidenses resuelvan ese peligro. Dependiendo de quién gane las elecciones, puede que se suavice este o aquel aspecto, pero permanecerá la causa subyacente de la crisis en su conjunto, el axioma erróneo de la geopolítica.

El 30 de octubre, el Comisionado General de la UNRWA, Philippe Lazzarini, publicó en X su carta del 28 de octubre al presidente de la Asamblea General de la ONU, con el siguiente prefacio: “Hoy, cuando miramos los rostros de los niños de Gaza, algunos de los cuales sabemos que morirán mañana, el orden internacional basado en reglas se desmorona en una repetición de los horrores que llevaron a la creación de las Naciones Unidas, y en violación de los compromisos para evitar que se repitan”. Hacer ese paralelismo histórico es una acusación descarnada, pero ¿quién quiere disctutirla?

No es sólo el derecho internacional el que está quedando sepultado bajo el “orden basado en reglas” que se desmorona, sino que el doble lenguaje orwelliano y el doble rasero están delatando la naturaleza sistémica de la crisis. ¿Adónde hemos llegado, si el Primer ministro de Hungría Viktor Orbán puede señalar pruebas de que la Comisión de la Unión Europea está intentando un “cambio de régimen” contra uno de sus Estados miembros? ¿Si esa misma Comisión de la UE asevera que Ucrania está avanzando en el cumplimiento de los requisitos para adherirse a la UE, ignorando su cancelación de las elecciones y la ilegalización de partidos y religiones? ¿Y si esa Comisión de la UE amenaza a Georgia con poner fin a todas las negociaciones, si Georgia no rompe con Rusia?

¿Está Rusia “aislada”, cuando una gran parte de la Mayoría Global se reúne en Kazán, haciendo planes esperanzadores para el futuro, basados en los Cinco Principios de Coexistencia Pacífica, y comprometiéndose en planes de desarrollo a largo plazo? ¿Y en cuanto a quién se está aislando, qué significa una votación de la Asamblea General de la ONU con un saldo de 187-2 a favor de anular las sanciones de Estados Unidos contra Cuba, en la que sólo Estados Unidos e Israel votaron a favor de mantener las sanciones?

Si no superamos el mal de la geopolítica, que dio lugar a dos guerras mundiales en el siglo 20, existe el peligro de que el mundo se divida en dos bloques separados, una OTAN Global por un lado, y una Mayoría Global del BRICS-Plus por el otro. En ese caso, nos enfrentamos no sólo al caos económico, sino al peligro inmediato de una conflagración nuclear mundial.

La Cumbre de Kazán de las naciones BRICS representa un hito en el esfuerzo por superar para siempre la era de 500 años de colonialismo, y establecer un orden económico mundial más justo y equitativo, que supere la pobreza y el subdesarrollo, y cree países de ingresos medios en todo el planeta.

La manera obvia y fácil de superar el peligro de guerra y enfrentamiento es, obviamente, convencer a los países del Occidente Colectivo, las naciones europeas y a Estados Unidos, de que adopten un modo de cooperación con esta creciente Mayoría Global. Si Occidente se uniera al BRICS y ayudara al Sur Global a industrializarse, no sólo podríamos poner fin a la competencia geopolítica, sino que también podríamos empezar a superar la crisis migratoria de la única manera humana: creando condiciones en las que las personas que ahora son refugiados tengan, en cambio, la perspectiva de participar en la construcción de sus propios países de origen.

Para que esto sea posible necesitamos establecer una nueva arquitectura internacional de seguridad y desarrollo, que tenga en cuenta los intereses de todos y cada uno de los países del planeta, siguiendo la tradición de la Paz de Westfalia, que puso fin a 150 años de guerra religiosa en Europa, porque las partes beligerantes se dieron cuenta de que no quedaría nadie vivo si continuaba la lucha. ¡Cuánta más verdad es esto en la era de las armas termonucleares!

Para poner sobre el tapete esa nueva arquitectura, el Instituto Schiller tiene previsto convocar una conferencia en Internet los días 7 y 8 de diciembre, con destacados representantes y expertos del Occidente colectivo y del Sur global, para debatir los principios en los que debe basarse. Y también queremos añadir un ejemplo del diálogo de culturas y civilizaciones, con bellos ejemplos de gran arte, para mostrar el camino hacia el establecimiento de una civilización basada, no en el odio, sino en el amor.