3 de noviembre de 2024 (EIRNS) — “Nosotros, ciudadanos israelíes residentes en Israel y en el extranjero, hacemos un llamado a la comunidad internacional. la ONU y sus instituciones, Estados Unidos, la Unión Europea, la Liga de Estados Árabes y todos los Estados del mundo, para que intervenga inmediatamente y aplique todas las sanciones posibles para lograr un cese el fuego inmediato entre Israel y sus vecinos, por el futuro de ambos pueblos en Israel y Palestina y de los pueblos de la región, y por sus derechos a la seguridad y a la vida”. Así comienza un llamad publicado en 11 idiomas en el portal “Israeli Citizens For International Pressure” (Ciudadanos israelíes a favor de la presión internacional), que hasta hoy han firmado 3.400 ciudadanos israelíes. 

Muchos de los firmantes son “veteranos activistas contra la ocupación, por la paz y la existencia mutua en esta tierra”, explican. “Nos motiva nuestro amor por la tierra y sus habitantes, y nos preocupa su futuro... El Estado de Israel está en una senda suicida y siembra destrucción y devastación que aumentan día a día… En nuestra opinión, la represión, la intimidación y la persecución política impiden que muchos que comparten nuestros puntos de vista se unan a este llamado”. 

Muchos líderes mundiales han denunciado las masacres y la destrucción, pero “la continuación de los suministros de armas a Israel, las asociaciones económicas y de seguridad y las colaboraciones científicas y culturales, hacen creer a la mayoría de los israelíes que las políticas de Israel gozan de apoyo internacional”, denuncian. “Las condenas no están respaldadas por acciones prácticas. Estamos repletos de palabras y declaraciones vacías. Por favor, por nuestro futuro y el de todos los habitantes de Israel y de la región, sálvennos de nosotros mismos y ejerzan una presión real sobre Israel para lograr un cese al fuego inmediato”, exhortan con urgencia. 

La furia del gobierno israelí contra el directpr del diario israelí Haaretz es un ejemplo de la valentía que necesitan los ciudadanos israelíes para alzar la voz. El 28 de octubre, en una conferencia copatrocinada por Haaretz en Londres, Amos Schocken también instó a la comunidad internacional a aplicar sanciones contra el gobierno de Netanyahu por “imponer un cruel régimen de apartheid a la población palestina” y “apoyar la limpieza étnica de palestinos de partes de los territorios ocupados. En cierto sentido, lo que está ocurriendo ahora en los territorios ocupados y en parte de Gaza es una segunda Nakba para enviar y crear refugiados”, denunció. 

Citando el papel de las sanciones internacionales para acabar con el apartheid sudafricano, propuso: 

“Si queremos garantizar la supervivencia y la seguridad de Israel, y también ayudar a la normalización de la vida de los palestinos, nuestros vecinos, hay que establecer un Estado palestino, y la única manera de conseguirlo, creo, es aplicar sanciones contra el mandatario de Israel, contra los líderes que se opongan a las sanciones y contra los colonos que están en los territorios ocupados contraviniendo el derecho internacional”. 

El régimen de Netanyahu quiere ahora llevar a Haaretz a la bancarrota y criminalizar su publicación, alimentando una tormenta mediática contra Schocken. Hasta ahora, cuatro ministerios han ordenado la ruptura de toda relación comercial con el periódico, mientras que el ministro de Justicia, Yariv Levin, ha enviado una petición oficial a la fiscal general, Gali Baharav-Miara, para que elabore una ley que criminalice a los israelíes que “promuevan o alienten la aplicación de sanciones internacionales a Israel, sus dirigentes, sus fuerzas de seguridad y los ciudadanos de Israel”, con una pena de diez años de cárcel, que se duplicará en tiempo de guerra.