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Moscú intenta interferir en... la bancarrota de EU y ofrece la ayuda del BRICS

4 de noviembre de 2024 (EIRNS) — Terminó Halloween y ahora llegan las elecciones presidenciales en Estados Unidos. Las recientes elecciones en Alemania, Francia, Hungría, Eslovaquia, Georgia y ayer en Moldavia han lanzado un mensaje atronador, que cualquiera asociado con las políticas de desindustrialización y “guerra permanente” de Occidente será tratado con rudeza por el electorado. Sea lo que sea lo que dirija un gobierno de “Kamala colectiva”, huele a la misma marca, fiel a poner en primer lugar las burbujas de derivados financieros y en último lugar a los sujetos de las guerras sustitutas.

¿Qué dice de unas elecciones que la cualidad más positiva de un candidato sea que es un hombre salvaje y, por tanto, más difícil de manejar para los oligarcas?

Dado que los acontecimientos salvajes en Estados Unidos son casi inevitables en los próximos días y semanas, hay que prestar atención a la mano calmada que el BRICS está tendiendo a Estados Unidos y Europa. Como explicó el ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, el 2 de noviembre a TV BRICS, además de las 13 nuevas naciones socias del BRICS, la nueva organización defenderá sus economías del dólar como arma, harán acuerdos para priorizar la industria y el comercio sobre la usura financiera y los juegos financieros destructivos, pero no están tratando de castigar o derribar a Occidente. Por el contrario, ofrecen hacer que el FMI, el Banco Mundial y la Organización Mundial del Comercio eviten la bancarrota y la ruina, revigorizándolos con los grandes proyectos de desarrollo económico y a largo plazo que implica desarrollar adecuadamente África, Asia e Iberoamérica.

Nacionalistas como el Primer ministro de Hungría, Viktor Orbán, el Primer ministro de Eslovaquia, Robert Fico, o también el Presidente de Serbia, Aleksandar Vucic, se inclinan por un nacionalismo que signifique realmente la preservación de su nación. Y eso significa, sin enterrar los diferentes enfoques que puedan tener con Rusia o China (y tienen sus diferencias), que quieren comerciar y trabajar con ambas. Al término de las elecciones estadounidenses, el Primer ministro de Eslovaquia, Robert Fico, y el Primer ministro de Serbia, Miloš Vuševic, fueron invitados por el Primer ministro de China, Li Qiang, a asistir a la ceremonia de inauguración y a otros actos de la Exposición Internacional de Importaciones de China (CIIE) en Shanghái. Ambos figuran entre los mandatarios invitados de honor a la séptima edición de la CIIE, la feria comercial anual que se celebra del 5 al 10 de noviembre y que sirve de plataforma para que países y regiones expongan sus logros en materia de desarrollo. Se prevé que participen 152 países, regiones y organizaciones internacionales.

Este brote de “nacionalismo inteligente” en Europa Central es anatema para los burócratas de la Unión Europea (UE) en Bruselas, para el eje Londres-Washington que utiliza el dólar como arma y dirige guerras sustitutas, pero es un brote de cordura. Aborrecen la idea de que este brote se extienda a Estados Unidos, por lo que tienen que echar el cerrojo a su opción “Kamala Harris colectiva”. La cuestión es si los estadounidenses, en el país del “nacionalismo inteligente” original, pueden hacer que Estados Unidos vuelva a ser bueno.

Donald Trump sabe sin duda que los países de todo el mundo están tomando medidas para desvincularse del dólar; sin embargo, hasta ahora no ha superado la prueba del “nacionalismo inteligente” y más bien ha pontificado sobre cómo puede amenazar y engatusar a los países para que se adhieran al dólar, o si no, ya verán. Sabe ciertamente que la fantasía del gobierno de Biden de enfrentar a China y Rusia ha conseguido exactamente lo contrario. Sin embargo, el 1º de noviembre, Trump prometió que lograría poner a uno contra el otro: “Nosotros los unimos por el petróleo. Biden los unió. Es una pena. Voy a tener que desunirlos, y creo que también puedo hacerlo”. Citó a uno de sus profesores en el Departamento de Finanzas de Wharton que le dijo que “lo único que nunca quieres que ocurra es que Rusia y China se unan”.

Es hora de volver a poner lo “inteligente” en el nacionalismo, y eso empieza por contrarrestar el caos que se espera en Estados Unidos y Europa con una honestidad implacable. Si tienes la suerte de votar en el Estado de Nueva York o en su distrito 15, en el Bronx, tienes un voto que funciona: allí hay nacionalistas inteligentes, la candidata al Senado Diane Sare y el candidato al Congreso José Vega. Ellos saben cómo hacer que Estados Unidos vuelva a ser bueno. Si no, tu voto no funciona. Debes unirte a su lucha para que tus vecinos sean inteligentes y felices, y la histórica cumbre del BRICS es el acontecimiento más exitoso de los últimos tiempos.

 

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