9 de noviembre de 2024 (EIRNS) — En su intervención en la reunión del Club Valdai, el Presidente de Rusia, Vladimir Putin, señaló que el nuevo sistema de relaciones internacionales, caracterizado por el BRICS y el nuevo papel del Sur Global, debe ser polifónico. “El ascenso de naciones y culturas que anteriormente habían permanecido en la periferia de la política mundial, por una u otra razón, significa que sus distintas ideas sobre el derecho y la justicia desempeñan un papel cada vez más importante”, dijo Putin. “Son diversas. Esto puede dar la impresión de discordia y quizá de cacofonía, pero esto sólo se trata de la fase inicial. Estoy profundamente convencido de que el único nuevo sistema internacional que es posible es el de la polifonía, en el que muchos tonos y muchos temas musicales suenan juntos para formar una armonía. Si así lo quieren, estamos avanzando hacia un sistema mundial que va a ser polifónico en lugar de policéntrico, un sistema en el que todas las voces se escuchen y, lo que es más importante, que todas absolutamente se escuchen. Los que estén acostumbrados a hacerlo como solistas y quieran que siga siendo así tendrán que acostumbrarse ahora a las nuevas ‘partituras’”

Antes Putin había dicho: "La configuración del antiguo orden mundial está dejando de existir de forma irreversible, en realidad ya ha desaparecido, y se está desarrollando una lucha seria e irreconciliable por el desarrollo de un nuevo orden mundial. Es irreconciliable, sobre todo, porque ni siquiera se trata de una lucha por el poder o la influencia geopolítica. Se trata de un enfrentamiento de los principios mismos que fundamentarán las relaciones de los países y los pueblos en la próxima etapa histórica. Su resultado determinará si seremos capaces, haciendo esfuerzos conjuntos, de construir un mundo que permita desarrollarse a todas las naciones y resolver las contradicciones que surjan con base en el respeto mutuo de las culturas y civilizaciones, sin coerción ni uso de la fuerza. Y en última instancia, si la sociedad humana podrá conservar sus principios éticos humanistas, y si al individuo le será posible seguir siendo humano".

Putin también hizo una advertencia a quienes pretendan continuar con la misma política agresiva. “Ya he declarado anteriormente que ya llegamos a unas líneas rojas. Los llamados de Occidente a infligir una derrota estratégica a Rusia, una nación con el mayor arsenal de armas nucleares, revelan el aventurerismo irresponsable de ciertos políticos occidentales. Esa fe ciega en su propia impunidad y excepcionalismo podría conducir a una catástrofe mundial. Mientras tanto, los antiguos Estados hegemónicos, acostumbrados a gobernar el mundo desde la época colonial, se asombran cada vez más de que sus mandatos ya no sean escuchados. Los esfuerzos por aferrarse a su menguante poder por medio de la fuerza sólo dan como resultado una inestabilidad generalizada y más tensiones, lo que provoca víctimas y destrucción. Sin embargo, estos esfuerzos no logran el resultado deseado de mantener un poder absoluto e indiscutible. Puesto que la marcha de la historia no se puede detener.

"En lugar de reconocer la futilidad de sus ambiciones y la naturaleza objetiva del cambio, parece que ciertas élites occidentales están dispuestas a llegar a cualquier extremo para frustrar el desarrollo de un nuevo sistema internacional que se alinee con los intereses de la Mayoría Global. En las políticas recientes de Estados Unidos y sus aliados, por ejemplo, se ha hecho cada vez más evidente el principio de que '¡No perteneceras a nadie!' o el que dice que 'O estás con nosotros o en contra de nosotros'. Quiero decir que esa fórmula es muy peligrosa. Al fin y al cabo, como dice el refrán de nuestro país y de muchos otros, 'todo cae por su propio peso'.

"El caos, una crisis sistémica que ya se está agravando en las mismas naciones que intentan aplicar tales estrategias. La búsqueda de la exclusividad, del mesianismo liberal y globalista y del monopolio ideológico, militar y político está agotando sin cesar a los países que siguen estos caminos, empujando al mundo hacia la decadencia y contradiciendo flagrantemente los auténticos intereses de los pueblos de Estados Unidos y de los países europeos.

"Confío en que, tarde o temprano, Occidente se dará cuenta de ello. Históricamente, sus grandes logros siempre se han basado en un enfoque pragmático y lúcido, basado en una evaluación rigurosa, a veces cínica, pero racional, de las circunstancias y de sus propias capacidades.

"En este contexto, deseo subrayar una vez más: a diferencia de nuestros homólogos, Rusia no ve a la civilización occidental como un adversario, ni plantea la cuestión de 'nosotros o ellos'. Reitero: El 'o estás con nosotros o en contra de nosotros' no forma parte de nuestro vocabulario. No queremos aleccionar a nadie ni imponerle nuestra visión del mundo. Nuestra posición es abierta y es la siguiente.

"Occidente ha acumulado verdaderamente importantes recursos humanos, intelectuales, culturales y materiales que le permitieron prosperar como uno de los componentes esenciales del sistema mundial. Sin embargo, es precisamente ‘uno de tantos’ junto a otras naciones y grupos que avanzan rápidamente. La hegemonía en el nuevo orden internacional no es una consideración. Cuando por ejemplo, Washington y otras capitales occidentales entiendan y reconozcan este hecho incontrovertible, el proceso de construcción de un sistema mundial que aborde los retos del futuro entrará por fin en la fase de una creación genuina. Esperemos en Dios, que esto suceda lo más pronto posible. Esto es parte del interés común, en especial para Occidente mismo.

"Hasta ahora, nosotros, es decir, todos los interesados en crear un mundo justo y estable, hemos estado empleando demasiada energía en resistir las actividades destructivas de nuestros oponentes, que se aferran a su monopolio. Esto es evidente, y todo el mundo en Occidente, Oriente, Sur y en todas partes es consciente de ello. Es obvio que están tratando de preservar su poder y su monopolio.

"Estos esfuerzos podrían dirigirse con resultados mucho mejores a abordar los problemas comunes que preocupan a todos, desde la demografía y la desigualdad social hasta el cambio climático, la seguridad alimentaria, la medicina y las nuevas tecnologías. Aquí es donde deberíamos centrar nuestra energía, y esto es lo que todos nosotros deberíamos estar haciendo".