19 de noviembre de 2024 (EIRNS) — La portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia, María Zajárova, subrayó el 18 de noviembre en la tarde (hora local) que cualquier uso de misiles occidentales de largo alcance para atacar dentro de las fronteras de Rusia previas al 2014 "cambiaría radicalmente la esencia y la naturaleza del conflicto" y significaría la "participación directa" de los países de la OTAN en la guerra contra Rusia. Explicó: "El uso por parte de Kiev de misiles de largo alcance para atacar nuestro territorio significará la participación directa de Estados Unidos y sus satélites en las hostilidades contra Rusia. En este caso, la respuesta de Rusia será adecuada y tangible". La advertencia de Zajárova repite lo que el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, señaló antes, lo que Vladimir Putin, Presidente de Rusia, había dicho, en especial el 12 de septiembre:

"He mencionado esto, y cualquier experto, tanto en nuestro país como en Occidente, lo confirmará: el ejército ucraniano no es capaz de utilizar sistemas de largo alcance de alta precisión de última generación suministrados por Occidente. Es imposible utilizar estas armas sin los datos de inteligencia dados por los satélites, de los que Ucrania no dispone. Esto sólo puede hacerse utilizando los satélites de la Unión Europea, o los satélites de Estados Unidos, en general, los satélites de la OTAN. Este es el primer punto. El segundo punto, quizás el más importante, el punto esencial incluso, es que sólo el personal militar de la OTAN puede asignar misiones de vuelo a estos sistemas de misiles. Los militares ucranianos no pueden hacerlo. Por lo tanto, no se trata de permitir o no que el régimen ucraniano ataque a Rusia con estas armas. Se trata de decidir si los países de la OTAN se van a involucrar directamente en el conflicto militar o no".

Por otra parte, Viktor Bondarev, primer vicepresidente del Comité de Defensa y Seguridad del Consejo de la Federación Rusa y, en particular, antiguo comandante en jefe de las Fuerzas Aéreas rusas, declaró a TASS que las tropas rusas conocen las rutas de las entregas militares al ejército ucraniano, y que las armas estadounidenses de largo alcance serán objetivos legítimos para Rusia, al igual que cualquier otro armamento. "En cualquier caso, Rusia tiene suficientes capacidades avanzadas para contrarrestar los ataques de cualquier arma, incluidas las de largo alcance", añadió.

El presidente de la Duma, Viacheslav Volodin, publicó en Telegram: "En cuanto al uso de las armas mencionadas, ya están en uso. Ciertamente, la expansión de su uso puede causar daños, pero no cambiará la situación en el campo de batalla. Sólo empeorará el destino y el futuro de Ucrania y arruinará por completo las relaciones ruso-estadounidenses".

En un contexto diferente, el 18 de noviembre el portavoz del Kremlin, Peskov, hizo una observación quizá oportuna. Anteriormente, él había negado los rumores de una supuesta conversación entre Putin y Donald Trump, pero en una respuesta que dio ese día a una pregunta, Peskov pareció invitar a Trump a que se comunicara telefónicamente con Putin. Dijo: "Hay mecanismos para el diálogo [entre Putin y Trump], y si hay voluntad política, pueden activarse fácil y rápidamente".