26 de noviembre de 2024 (EIRNS) — En la segunda vuelta de las elecciones presidenciales de Uruguay, Yamandú Orsi, del partido izquierdista Frente Amplio (FA), se impuso ampliamente con el 52,1% de los votos a Álvaro Delgado, del derechista Partido Nacional, que sacó un 47,9%. Delgado estaba afiliado a la Coalición Republicana del Presidente saliente, Luis Lacalle Pou, plagado de escándalos. El Frente Amplio llevaba cuatro años fuera del poder, pero antes había gobernado el país durante 15 años, del 2005 al 2020. La preocupación por el aumento de la delincuencia y el narcotráfico en Montevideo, la capital, fueron factores que contribuyeron a la victoria de Orsi.

Varios Jefes de Estado iberoamericanos felicitaron a Orsi por su victoria; el Presidente de Brasil, Lula da Silva, le dedicó un mensaje especialmente caluroso, al publicar en X que se trataba de una gran victoria "para toda América Latina y el Caribe" y anunció que se reunirá con Orsi al margen de la próxima reunión de Jefes de Estado del Mercado Común del Sur (Mercosur), que se celebrará en Montevideo el 6 de diciembre. Lula se ha empeñado en preservar la unión aduanera Mercosur como instrumento esencial para la integración regional, y lo considera que la victoria de Orsi es fundamental para ello. Lacalle Pou intentó dividir al Mercosur firmando un Tratado de Libre Comercio con China, una violación de las normas del Mercosur que prohíben a los países miembros firmar acuerdos comerciales individuales con países ajenos al bloque. China no quería causar problemas a Mercosur, y desistió de ese plan.

Sin inmutarse, el desquiciado Presidente de Argentina, Javier Milei, ha indicado que está dispuesto a destrozar al Mercosur buscando un Tratado de Libre Comercio con el nuevo gobierno de Trump. Lula ya colabora estrechamente con los Presidentes de Paraguay, Santiago Peña, y de Bolivia, Luis Arce, cuyo gobierno está a punto de convertirse en miembro de pleno derecho del Mercosur. Argentina es la bola de demolición. Milei se saltó la última reunión de jefes de Estado del Mercosur en julio, para no hablar ni reunirse con Lula, y decidió más bien asistir a una reunión regional del Comité de Acción Política Conservadora (CPAC) organizada por su amigo fascista, el ex Presidente Jair Bolsonaro en Brasil.  Queda por ver si asistirá a la cumbre de Jefes de Estado de diciembre.