27 de noviembre de 2024 (EIRNS) — La primera vuelta de las elecciones presidenciales rumanas, celebrada el 24 de noviembre, ofreció otro ejemplo de las “sacudidas” bruscas y repentinas provenientes de la población europea obligada a una austeridad extrema y a participar en una guerra mundial en escalada. Cãlin Georgescu, un candidato sin oficina ni personal, prácticamente sin fondos, y con menos del 1% en las encuestas hace dos meses, quedó primero en un abarrotado campo de candidatos con el 23%, y pasará a una segunda vuelta el 8 de diciembre con la candidata liberal de “Bruselas” Elena Lasconi. Georgescu lo consiguió utilizando repetidamente las redes sociales para decir (entre otras cosas, por supuesto) que Rumanía debe ser neutral, que hay que apoyar al Primer Ministro de Hungría, Viktor Orbán, en sus negociaciones de paz, y que el Presidente de Rusia, Vladimir Putin, merece respeto.

Además, Georgescu logró su victoria después de que una candidata más conocida, Diana Sosoacã, mucho más agresiva en su campaña a favor de la paz y en contra de la OTAN, fue excluida escandalosamente de la votación para la que se había clasificado, por el Tribunal Constitucional de Rumanía, debido únicamente a sus opiniones. La exclusión de Sosoacã, que había adquirido un importante número de seguidores y formado un nuevo partido, conocido como SOS, no tenía precedentes en la historia reciente de Rumanía. Georgescu se benefició sin duda de una parte de sus votantes, y del enojo por el atropello del Tribunal. De cara a la segunda vuelta, ha recibido el apoyo del candidato “soberanista” George Simion, que quedó cuarto en la votación, aunque la clase política y los medios noticiosos rumanos habían dado por sentado que era el candidato de la derecha que desafiaría al gobierno liberal del Primer ministro Marcel Ciolacu, que quedó tercero tras Lasconi.

Georgescu no es un candidato idealmente centrado, y hay algunos informes que apuntan a que su “campaña TikTok” puede haberse llevado a cabo en parte por iniciativa encubierta de otros círculos. No se pueden juzgar sus perspectivas en la segunda vuelta, e inmediatamente ha sido objeto de un ataque concertado por parte de la prensa rumana tradicional vocera del status quo.

No obstante, ha causado conmoción, y los vídeos TikTok más populares de Georgescu eran los que abogaban por una negociación inmediata de la paz con Rusia sobre Ucrania. Los rumanos no quieren que las potencias de la OTAN lleven a cabo la Tercera Guerra Mundial a su costa. El sistema estadounidense ABM, actualmente operativo en su país, lo ha convertido en objetivo de los misiles rusos si continúa la escalada; y su nivel de vida se ha hundido en los últimos años. Por ello, demuestran una tendencia a la revuelta. El Instituto Schiller ha estado en contacto con grupos del país que se han manifestado a favor de la paz en los últimos 18 meses.