28 de noviembre de 2024 (EIRNS) — El Centro para Contrarrestar la Desinformación (CCD) de la Presidencia ucraniana lanzó desde agosto pasado una campaña para cerrar todas las parroquias ortodoxas rusas fuera de Rusia, empezando por Europa. El semanario EIR advirtió a principios de noviembre que esta agencia ucraniana, financiada por el Departamento de Estado de Estados Unidos, y ahora plenamente integrada en las operaciones de guerra psicológica de la OTAN, se había desplegado como ariete contra la libertad religiosa, así como contra la libertad de expresión.

La campaña se puso en marcha pocos días después de la publicación de la advertencia de EIR, iniciada en Suecia. El CCD informó el 11 de noviembre  que el Servicio de Seguridad sueco había identificado una Iglesia Ortodoxa Rusa (IOR) en Västerås como base de la inteligencia rusa, desde la que también podrían lanzarse actos de sabotaje, ya que está situada cerca de infraestructura crítica. El CCD citó un artículo publicado ese mismo día por Politico.eu. Pero sólo unos días antes, el ministro de Defensa Civil de Suecia, Carl-Oscar Bolin, se había reunido largamente con el jefe del CCD, Andriy Kovalenko, en Kiev el 6 de noviembre, para coordinar la “guerra cognitiva” contra Rusia.

El CCD proclamó entonces que el Kremlin ha “convertido en armas las estructuras religiosas..., lo que supone una amenaza directa para la seguridad de otras naciones”, y citó el expediente del CCD de agosto de 2024 contra la Iglesia Ortodoxa Rusa como una operación militar.

Molfar, la agencia privada de inteligencia y redes vinculada al gobierno británico, que es socia oficial del CCD, le dio seguimiento el 21 de noviembre publicando la primera parte de un expediente titulado “¿Está la Iglesia Ortodoxa Rusa espiando en Europa?”. La primera parte apunta contra las parroquias de la Iglesia Ortodoxa Rusa en cinco países europeos (Suecia, Noruega, Finlandia, Países Bajos y Chequia), pero Molfar anunció el X que ha identificado las geolocalizaciones y datos de las iglesias de la Iglesia Ortodoxa Rusa en 11 países, que publicará posteriormente. “La situación exige una respuesta seria”, proclama Molfar, y propone una “coordinación internacional” y “vigilancia” de estas iglesias.

No crean que esta campaña se detendrá con la Iglesia Ortodoxa Rusa. El CCD subray en el Taller Europeo sobre Desinformación, organizado por el Centro Común de Investigación de la Unión Europea en Ispra, Italia, los días 25 y 26 de septiembre, en que toda la llamada “propaganda religiosa” debe someterse a control, en nombre de la “seguridad internacional”.