Afilan los cuchillos contra la candidata a DNI Tulsi Gabbard
30 de noviembre de 2024 (EIRNS) — En las últimas 48 horas ha aparecido un aluvión de artículos histéricos que gritan que la persona postulada por Donald Trump para Directora de Inteligencia Nacional, Tulsi Gabbard, es “inadecuada y peligrosa” para el puesto, porque es pro Kremlin y pro Siria y, por tanto, una amenaza para la seguridad nacional. Eso dice Gregory F. Treverton, ex presidente del Consejo Nacional de Inteligencia de 2014 a 2017 y vicepresidente de 1993 a 1995, en un chascarrillo publicado en la revista U.S. News & World Report del 26 de noviembre.
Treverton saca a relucir todos los “delitos” imaginables de Gabbard, y menciona que fue incluida en la lista de vigilancia de viajes de la Comisión de Seguridad del Transporte (TSA, por sus siglas en ingles” “cuando sus patrones de viajes al extranjero y sus conexiones extranjeras desencadenaron un algoritmo gubernamental, algo que puede no tener precedentes para una persona designada para un alto cargo gubernamental delicado”. Trump, dice Treverton, “quiere un adulador para supervisar nuestros secretos nacionales”, y luego alega que ella ha “intimado con al menos dos dictadores viciosos que son enemigos de Estados Unidos: el sirio Bashar al-Assad y el ruso Vladimir Putin”. Ha defendido a Assad y culpado a Estados Unidos y a la OTAN de la guerra de Ucrania, aúlla Treverton.
El 27 de noviembre, la revista Newsweek trata de armar un escándalo de lo que alega son los vínculos de Gabbard con el “nacionalismo hindú” del Primer ministro de India Narendra Modi, y la centenaria organización Rashtriya Swayamsevak Sangh (RSS) a la que Modi también ha pertenecido durante años. “Algunos críticos” acusan al RSS de “tratar de derrtar a los cristianos y musulmanes indios para establecer una nación hindú”. Luego cita cita al periodista independiente Pieter Friedrich quien alega que “tener a alguien como Tulsi tan estrechamente vinculado al RSS y sus afiliados en Estados Unidos beneficia a la India en un momento en que la India está básicamente dirigida por el RSS”. Y para acabarla de moler, resulta que Gabbard también es una “devota avanzada” de una turbia organización llamada Science of Identity Foundation, cuyos antiguos miembros la describen como una secta.
La BBC de Londres no se podía quedar atrás, y recurrió al diplomático retirado Lewis Luken, que fue representante alterno de la embajada de Estados Unidos en Londres, y advierte que el “dudoso juicio” de Gabbard podría dar a los aliados “motivos para cuestionarse hasta qué punto es seguro compartir información de inteligencia con Estados Unidos”. La BBC echó espuma por la boca sobre el viaje de Gabbard a Siria en 2017 en una misión de investigación cuando “más tarde planteó dudas sobre la evaluación de inteligencia de Estados Unidos de que las fuerzas de Assad habían utilizado armas químicas contra civiles”. Su reunión con Assad fue la gota que colmó el vaso, cuando tuvo el descaro de decir que no era un enemigo de Estados Unidos porque Siria no plantea una amenaza directa para Estados Unidos.
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