5 de diciembre de 2024 (EIRNS) — La crisis política sin precedentes en toda Europa, en la que los dos países más prominentes, Alemania y Francia, están sin gobierno (Francia formalmente, Alemania de facto), es un reflejo de la política de guerra y de la desintegración económica autoinfligida, que se agrava día a día. Las últimas cifras del Índice de Gerentes de Compras (PMI, por sus siglas en inglés), que indica la intención de las empresas de adquirir bienes para producir, son devastadoras:

El PMI compuesto (manufacturas y servicios) ha caído a 47,2 frente al 47,3 previsto y el 48,6 anterior en noviembre en Alemania. En Francia, cayó de 48,1 en octubre a 45,9 en noviembre, lo que supone la mayor contracción de la actividad del sector privado francés desde enero. En Italia, cayó a 44,5 en noviembre desde 46,9 en octubre, y por debajo de su previsión de 45,7, mostrando una fuerte contracción. (Una cifra superior a 50 indica expansión, e inferior a 50, contracción).

Esto, mientras los trabajadores se declaran en huelga en respuesta a las decisiones de los fabricantes de automóviles de cerrar la producción y despedir personal. Más de 100.000 trabajadores de Volkswagen se han sumado a las primeras huelgas de advertencia en toda Alemania. En Italia, Stellantis ha dejado prácticamente de producir coches y su presidente, Carlos Tavares, que se había aferrado a la fracasada estrategia del coche electrónico, renunció.

Los dirigentes políticos están despertando a la crisis, aunque demasiado tarde, pero la burocracia de la Unión Europea (UE) en Bruselas no muestra ninguna intención de cambiar de rumbo. El Partido Popular Europeo, la mayor facción del Parlamento Europeo, con 82 partidos, y la principal de la coalición que aprobó a la nueva Comisión de la UE, presentó una propuesta en la que pide a la Comisión de la UE que suavice su calendario de Transición Verde, trasladando la prohibición de los motores de combustión interna hasta 2050, permitiendo que los combustibles alternativos mantengan vivos esos motores, y levantando las normas de emisiones de 2025. En respuesta, Teresa Ribera, Comisionada de la UE encargada de la transición verde, declaró a los periodistas que “esto es algo que la Comisión no está tomando en consideración y que prácticamente nadie está considerando”.

Mientras tanto, las empresas históricas son víctimas de la locura de la transición energética verde y de las sanciones de la UE a Rusia y demás. La última marca ilustre que se enfrenta a la insolvencia es la italiana Bialetti, inventora de la moderna cafetera espresso de vapor a presión. Bialetti inventó la Moka Express en 1933, la olla que llevó el Espresso “como en el bar” a los hogares. Para la ingeniería de la Moka Express, de la que se produjeron más de 300 millones de piezas y cuyo diseño permaneció inalterado en casi un siglo, el aluminio fue esencial.