5 de diciembre de 2024 (EIRNS) — El Tribunal Constitucional de Georgia desestimó ayer las demandas presentadas por la Presidente Salome Zourabichvili y los partidos de la oposición pro occidental, que habían solicitado la anulación de las elecciones del 26 de octubre. El tribunal declaró: “El Tribunal Constitucional de Georgia no aceptó las demandas de la Presidente y los partidos políticos sobre el reconocimiento de las elecciones del 26 de octubre como inconstitucionales”.

Su partido había ganado alrededor del 10%, y su alianza de cuatro partidos de la oposición obtuvo en total alrededor del 38%, mientras que el partido Sueño de Georgia obtuvo el 54%. Ahora, durante cinco semanas, Zourabichvili ha denunciado un fraude generalizado sin aportar ninguna prueba. Más bien ha convocado protestas para intentar bloquear la convocatoria del Parlamento electo, protestas en las que ha habido violencia.

Además, Zourabichvili se ha negado a dimitir, a pesar de que la Constitución de Georgia la obliga a reconocer las próximas elecciones presidenciales del 14 de diciembre. El 30 de noviembre declaró: “¡Sigo siendo su Presidente! No hay un Parlamento legítimo que elija a un nuevo Presidente. Mi mandato continúa hasta que haya un parlamento legítimamente elegido que elija legítimamente a un Presidente que me sustituya”.

El martes 3 de diciembre, en la última actuación de Zourabichvili ante la prensa indicó que no respetará las elecciones ni la elección del próximo Presidente, sino que pretende presentarse ella misma como Presidente efectiva. Dijo a la prensa que el Tribunal Constitucional había clavado un cuchillo en la Constitución, dejándola a ella como la única institución independiente y constitucional de Georgia. El único apoyo con el que cuenta es con el de la burocracia de la Unión Europea, que es decir la OTAN.