Evitar la tragedia y crear un nuevo paradigma
5 de diciembre de 2024 (EIRNS) — En su Diálogo semanal por internet, la fundadora del Instituto Schiller, Helga Zepp-LaRouche, señaló que “lo que vemos ahora mismo es una increíble desestabilización de toda la arquitectura mundial... Una tiene la sensación de que todos los cimientos del mundo, el sistema mundial tal y como lo hemos conocido incluso en el periodo reciente, están temblando, se están desmoronando”. También señaló que “el mundo nunca ha estado tan cerca del peligro de extinción nuclear”.
Un rápido vistazo a nuestro alrededor ilustra claramente su punto de vista. El miércoles 4 de diciembre, el gobierno francés se derrumbó después de que la Asamblea Nacional aprobara una moción de censura, poniendo fin a los escasos tres meses de mandato del Primer ministro Michel Barnier y su gabinete. Barnier se convierte así en el Primer Ministro que menos tiempo ha ocupado el cargo en la V República francesa, y en el último ejemplo de la inestabilidad que se apodera de casi todos los aspectos del mundo occidental.
Luego en Corea del Sur se desató el caos tras la declaración de la ley marcial del Presidente Yoon Suk Yeol a última hora de la noche del martes 3 de diciembre. Después de que la decisión fuera revocada el 4 de diciembre, renunciaron muchos miembros del gobierno del Presidente Yoon y hay llamados generalizados para que el propio Yoon dimita con una resolución de destitución ahora en marcha. Resulta que lo que debería preocupar a los dirigentes franceses y surcoreanos no son los rusos ni los norcoreanos, sino su propio pueblo, cada vez más enfurecidos por el comportamiento insensible de sus dirigentes.
En realidad, el colapso de Europa y de Occidente en general es la fuerza motriz de este drama. El Ïndice de Gerentes de Compras para Europa sigue cayendo en picado, y ya alcanzó un nivel que indica una “fuerte contracción” de sus economías, y esto antes de la desastrosa prohibición de los motores de combustión que entrará en vigor en enero, a pesar de las protestas de todo el continente. En Estados Unidos, EIR ha descubierto ahora que la deuda se está disparando en todos los sectores, no sólo en el gobierno federal, y ya alcanza un total conjunto de 100 billones de dólares en 2024, frente a los 62 billones de hace sólo diez años.
Mientras tanto, la guerra avanza, no sólo en Ucrania, Israel y Palestina, sino ahora en Siria y potencialmente en Georgia, ya que la burocracia permanente anglo-estadounidense mueve más hilos cuando los viejos no funcionan. La política del orden unipolar e imperial sigue avanzando, a pesar de sus atroces fracasos, mientras arrastra consigo a una población que se resiste parcialmente. El periodista Tucker Carlson lo señaló en un vídeo en el que anunció la próxima publicación de su entrevista del 3 de diciembre con el ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, cuando dijo: “Estamos, sin que lo sepa la mayoría de los estadounidenses, en una guerra caliente con Rusia, una guerra no declarada, una guerra por la que ustedes no votaron y que la mayoría de los estadounidenses no quiere, pero que está en marcha”.
Lo relevante aquí es que hay un factor adicional más allá de la mera identificación de un problema y la reacción contra él, cuyo reconocimiento determinará si saldremos vivos de esta situación. La agitación masiva va en aumento, y se están tomando medidas para expulsar a los considerados responsables; pero lo que el mundo occidental está experimentando en realidad es una tragedia en desarrollo, una tragedia que se extiende más allá del mandato de cualquier dirigente actualmente en el poder. Contrariamente a las definiciones de “tragedia” en los libros de texto, la situación actual no ha sido causada principalmente por los dirigentes de la sociedad o por sus malas decisiones. Más bien, como escribió Lyndon LaRouche en “The Coming Eurasian World” (El mundo euroasiático venidero) en 2004: “tanto la selección de esa dirigencia como sus fallos pertinentes están determinados por las características sistémicas de la cultura y las instituciones dentro de las cuales operan tanto esa selección de dirigentes como las fuerzas que actúan sobre su comportamiento”.
En otras palabras, sobrevivir a la crisis actual no se logrará simplemente rechazando a los dirigentes fracasados y sus decisiones que nos han traído hasta este momento, sino mediante la comprensión y la creación de nuevos principios sobre los que debe construirse una sociedad y un mundo con visión de futuro.
Este será el tema de la conferencia “En el espíritu de Schiller y Beethoven: ¡Todos los hombres volverán a ser hermanos!”, que tendrá lugar este fin de semana. Regístrate ahora y aprovecha estos dos días para organizar en torno a ella.
Para mayor información escriba a preguntas@larouchepub.com