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Es necesario detener la guerra y el genocidio, y hay una forma de hacerlo

6 de diciembre de 2024 (EIRNS) — ¿Qué es lo que permite a una arquitectura de seguridad global detener las guerras y el genocidio? ¿Y es una alternativa práctica a todos los juegos sucios, la violencia física y mental, para obligar a los países a los sacrificios necesarios para mantener la especulación financiera en marcha un día más?

Una de las respuestas se dio ayer en la reunión anual de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), una organización que se creó durante la Guerra Fría para que los países del Comecon (Consejo de Asistencia Económica Mutua) encabezados por la Rusia comunista, y los países no comunistas de Europa Occidental pudieran mantener sus diferencias, pero intentar solucionar su supervivencia mutua. El ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, explicó en una rueda de prensa pública posterior a la sesión, que Rusia, luego de abandonar el sistema soviético, pasó más de tres décadas queriendo creer que Occidente hablaba en serio. Detalló la historia de promesas incumplidas y dijo que, a partir de 2022, están convencidos de que Occidente ha llevado a la quiebra a la ONU, a la diplomacia, a su propia población y a todo lo que toca. Fue tajante: que su proyecto de Arquitectura de Seguridad Euroasiática es el centro de atención para Rusia, que funciona y que la mayoría mundial está lista para ello.

“El concepto euroasiático se basa en las oportunidades naturales, geográficas, económicas y de infraestructura a las que tienen acceso todas las naciones del continente euroasiático. Es la masa continental más grande, poblada y de más rápido crecimiento. Alberga países que representan a grandes civilizaciones como la china, la india y la persa. Aspiramos a amalgamar todas estas oportunidades de nuestro continente para promover una agenda común que sea del agrado de todos”, explicó Lavrov.

Y ahora los países del BRICS abarcan a más de la mitad de la población mundial, y el resto de la Mayoría Global busca unirse o trabajar con esta nueva arquitectura, vectorizada alrededor, no de la especulación financiera, sino de proyectos reales de infraestructura física para la energía (nuclear y carbón) y el transporte (ferrocarril, puertos, transporte marítimo), con términos que permiten a los países subdesarrollados escapar del ciclo de la pobreza.

Pero, cabría añadir: Europa Occidental forma parte de ese continente euroasiático. En efecto, y Lavrov fue claro al decir que son bienvenidos a entrar en razón y unirse. Pero en Bruselas y Londres cunde el pánico ante la posibilidad de que los elevados costos de la energía y los alimentos derivados de la desindustrialización traigan la fría realidad a sus poblaciones, lo suficiente como para traspasar las narrativas que les venden. Así que se ha hecho un esfuerzo histérico por ahogar lo que se les está diciendo y ofreciendo claramente de parte del BRICS, por ejemplo.

Aun así, ¿qué pasa con el hemisferio occidental? ¿Qué pasa con la arquitectura de seguridad global? Bueno, el Presidente de Rusia Vladimir Putin fue claro el 4 de diciembre al afirmar que Estados Unidos ha vivido de establecer condiciones comerciales injustas, utilizando al dólar como un arma de moneda de reserva para el mundo. Pero, al mismo tiempo, cuando le preguntaron por el ataque del Presidente electo Donald Trump al BRICS por deshacerse del dólar, Putin respondió que había oído a Trump atacar a los que subvierten el dólar, no a los que simplemente ya no lo utilizan. Y, explicó, Rusia no abandonó el dólar, sino que Rusia fue excluida de él y, por tanto, cada vez tiene menos oportunidades de utilizarlo. Fue una apertura cuidadosa, pero obviamente deliberada.

Como Lavrov explicó en su rueda de prensa: “Hemos aprendido la lección y nunca cerraremos la puerta a las relaciones con quienquiera que sea, pero examinaremos con detenimiento el tipo de ideas que pondrán sobre la mesa quienes nos han declarado la guerra utilizando al régimen de Kiev como sustituto, quienes nos han impuesto sanciones radicales y quienes nos acusan de todos los pecados mortales. Si entran en razón y cuando entren en razón y presenten ideas específicas basadas en el respeto de los intereses de los demás, veremos y sacaremos nuestras conclusiones en función de lo que realmente sean esas posibles propuestas”.

Esa arquitectura de seguridad global, si Estados Unidos y Occidente entran en razón, se presentará este fin de semana en la conferencia del Instituto Schiller, “En el espíritu de Schiller y Beethoven: ¡Todos los hombres volcerán a ser hermanos!”. De hecho, China, India y Persia no son las únicas civilizaciones con recursos culturales tan ingentes. Si no hubieran existido, por ejemplo, el magistral poeta e historiador Federico Schiller o el poderoso genio Ludwig van Beethoven, tal vez habría habido que inventarlos sobre la marcha, una aventura arriesgada. Pero el hecho es que están a la espera de que les pidamos ayuda.

Una arquitectura de seguridad global sólo funciona si el Creador es bueno; si la humanidad hecha a imagen del Creador envuelve su mente y la misión de su vida en torno a hacer los avances científicos creativos que liberen a la humanidad de la necesidad, del hambre, de la guerra; si cada civilización tiene ese potencial; si se realiza la riqueza de las diferencias entre las poblaciones; y si, temporalmente no viendo la respuesta a todo, se hace la valiente elección moral de permitir que la belleza nos guíe hacia la verdad. Eso no es tan difícil.

La invitación a la conferencia del Instituto Schiller concluye:

“Para presentar esa nueva arquitectura a la humanidad, el Instituto Schiller tiene previsto convocar a una conferencia internacional por internet los días sábado 7 y domingo 8 de diciembre, con destacados representantes y expertos del Colectivo Occidental y del Sur Global para analizar y debatir los principios en los que debe basarse esa nueva arquitectura. Asimismo, ofreceremos un ejemplo del diálogo de culturas y civilizaciones, con bellas muestras del gran arte de varias naciones, para mostrar el camino por el cual se puede establecer una civilización basada, no en el odio, sino en el amor”.

 

Para mayor información escriba a preguntas@larouchepub.com

 

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