7 de diciembre de 2024 (EIRNS) — La embestida histérica contra Tulsi Gabbard, candidata de Donald Trump a Directora de Inteligencia Nacional, continúa sin tregua. Esta semana, 100 ex diplomáticos estadounidenses, ex funcionarios de inteligencia, militares y de seguridad nacional, publicaron una carta abierta, dirigida al líder de la mayoría saliente del Senado, el demócrata de Nueva York Chuck Schumer y al líder de la mayoría republicana entrante John Thune, en la que exigen audiencias a puerta cerrada sobre Gabbard para examinar su supuesta “simpatía por los dictadores” como Vladimir Putin y el Presidente de Siria Bashar al-Assad, informó el diario británico The Guardian el 5 de diciembre. EIRNS no ha visto la carta todavía, de la que se han hecho eco numerosos medios noticiosos. Andrew Desiderio, de The Punch Bowl, publicó una foto de la carta en su cuenta X.

Los firmantes de la carta exigen que el Senado “ejerza plenamente su función constitucional de asesoramiento y consentimiento... por medio de una investigación apropiada, audiencias y orden reglamentario” para examinar todas las facetas de la vida pública (y probablemente privada) de Gabbard, para revisar sus calificaciones para gestionar “la protección de nuestras fuentes y métodos de inteligencia”. Repite la letanía de acusaciones contra ella, como simpatizar con el Presidente de Rusia, Vladimir Putin, criticar las guerras estadounidenses de “cambio de régimen”, como en Siria, y acusar de que, tras la operación militar especial de Rusia en Ucrania, Gabbard había insinuado que “laboratorios financiados por Estados Unidos en Ucrania estaban desarrollando armas biológicas, y que el compromiso de Ucrania con la OTAN amenazaba la soberanía de Rusia”.

Gabbard es teniente coronel de la reserva del Ejército de Estados Unidos, estuvo en servicio activo en Iraq y en otros lugares del sudoeste asiático, fue congresista y se presentó como candidata a la presidencia en 2024.

Alexa Henning, miembro del equipo de Trump y portavoz de Gabbard, denunció que “estos ataques infundados proceden de los mismos genios que tienen las manos manchadas de sangre por décadas de ‘inteligencia’ defectuosa, incluidas las inexistentes armas de destrucción masiva. Estos funcionarios de inteligencia siguen utilizando la clasificación como arma partidista para desprestigiar e insinuar cosas sobre su enemigo político sin exponer los hechos”. Entre los firmantes de la carta figuran, en los primeros puestos, la ex subsecretaria de Estado Wendy Sherman, la ex subsecretaria general de la OTAN Rose Gottemoeller, el ex Asesor de Seguridad Nacional Anthony Lake y muchos ex embajadores, funcionarios de inteligencia y militares y otros miembros de alto rango del aparato de seguridad nacional.