Sólo cuando está suficientemente oscuro se pueden ver las estrellas. Pero, ¿actuará la humanidad a tiempo?
8 de diciembre de 2024 (EIRNS) — El Instituto Schiller realizó el primer día de una conferencia extraordinaria este sábado 7, “En el espíritu de Schiller y Beethoven: ¡Todos los hombres volverán a ser hermanos!”, en un esfuerzo por alterar el curso de la historia humana. La pregunta que se planteó a todos los participantes fue ¿Cómo hemos llegado hasta aquí, al borde de la guerra nuclear, y tiene la humanidad la fibra moral para cambiar su destino, para alejarse del abismo?
La fundadora del Instituto Schiller, Helga Zepp-LaRouche, inició su discurso inaugural: “Nos hemos reunido aquí en esta conferencia internacional por Internet para hacer un llamado urgente al mundo, no sólo porque estemos a semanas, días u horas de la mayor catástrofe potencial de la historia de la humanidad, a saber, su posible aniquilación en una guerra termonuclear, sino también para hacer hincapié en que hay una solución, una salida a este peligro, si las personas de buena voluntad se unen en todo el mundo para ejercer su aplicación. Es para mí un gran honor saludar a todos los distinguidos panelistas que representan tanto al Sur Global como a las naciones occidentales, en este 40 aniversario de la fundación del Instituto Schiller”.
Los “distinguidos panelistas”, hombres y mujeres de buena voluntad, provenían de instituciones al más alto nivel dentro y fuera de los gobiernos, de Occidente y Oriente, del Norte y del Sur: ex Presidentes y ex Primeros ministros, embajadores, militares, economistas, dirigentes agrícolas y profesores. Todos destacaron el hecho de que la humanidad se encuentra en este desbarajuste potencialmente fatal debido a la negativa de las élites occidentales a abandonar la idea de la hegemonía geopolítica; todos instaron, de diferentes maneras, a que se tiene que ocasionar a que Occidente vea el cambio inexorable en el orden mundial hacia la igualdad de las naciones soberanas y el derecho de todos a desarrollarse no como una amenaza, sino como un gran bien, y el único camino a seguir para todos los países.
Zepp-LaRouche planteó el principio en cuestión: “Rechacemos la idea de que las relaciones entre las naciones son un juego de suma cero, en el que uno estará arriba y el otro pierde. ¡Somos humanos y no animales salvajes!
“La salida a esta crisis existencial es en realidad muy sencilla: debemos convencer a las naciones del Occidente colectivo de que abandonen su arrogancia eurocéntrica, y que más bien cooperen con las naciones del Sur Global, que son la Mayoría Global del 85% de la población humana, en la construcción de un nuevo orden económico mundial justo, basado en los Cinco Principios de Coexistencia Pacífica y en la Carta de la ONU. Para ello, tenemos que abandonar definitivamente todos los axiomas oligárquicos de nuestro pensamiento y sustituirlos por la filosofía de la coincidentia oppositorum, la coincidencia de contrarios de Nicolás de Cusa, que nos permite pensar en la humanidad como el Uno superior, que es de un poder superior al de los Muchos”.
El nuevo informe del Instituto Schiller encargado por Zepp-LaRouche, “Development Drive Means Billions of New Jobs, No Refugees, No War” (El desarrollo significa mimles de millones nuevos empleos sin refugiados ni guerras) elabora algunas de las propuestas de infraestructuras y desarrollo económico que encarnan concretamente esa perspectiva de un orden superior y que podrían transformar completamente la sociedad humana, acabando con la pobreza en la Tierra en sólo unas décadas. Dennis Small, del EIR, presentó varios de los proyectos más transformadores del informe en el segundo panel de la conferencia: El puerto peruano de Chancay, la presa de Grand Inga y el proyecto Transaqua en África. En desafío de la opinión que es una criatura del moribundo sistema geopolítico, de que una “buena” inversión es la que genera más dinero, Small citó a Lyndon LaRouche:
“El individuo que contribuye a que la sociedad sea buena vale mil veces más que el individuo que vaga por la vida esparciendo sólo buenas acciones individuales. Porque una sociedad mala aplastará el bien aportado por sus miembros individuales... Quien hace buena a la sociedad preserva así los bienes aportados por miles y millones de individuos”.
Para tener el valor de afrontar el peligro que nos amenaza a todos con el destino más terrible, la aniquilación nuclear de la especie humana, hay que tener un concepto de la bondad de la alternativa. Es un gran bien dedicar la vida a poner a la humanidad en un nuevo camino, a “preservar los bienes aportados por miles y millones de individuos”, y por un nuevo paradigma de desarrollo y progreso sin fin. Ese es precisamente el tema de la extraordinaria conferencia que comenzó el 7 de diciembre y continúa el 8 de diciembre.
Como Helga Zepp-LaRouche concluyó: “No podemos tener una situación en la que la humanidad marche hacia su desaparición sin siquiera una discusión, y la movilización de cada fibra moral dentro de nosotros para evitar que esto suceda”.
Para mayor información escriba a preguntas@larouchepub.com