13 de diciembre de 2024   (EIRNS) —El Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia emitió el 11 de diciembre una enérgica declaración sobre la decisión del gobierno de Biden de prestar al quebrado régimen de Kiev, $20.000 millones de dólares, que se devolverían con los ingresos obtenidos de los activos soberanos de Rusia que están "inmobilizados". Esto, según el Ministerio, es "nada menos que un vulgar robo... En lenguaje llano, el G7 ha robado dinero ruso como parte de los preparativos para apoderarse de todos los activos soberanos de Rusia guardados en Occidente". La declaración advierte que "esto no salvará al régimen nazi Banderista ni ayudará a ningún país del G7, por ejemplo Canadá, a tapar agujeros en su presupuesto". El sistema financiero mundial controlado por Estados Unidos, basado en el dólar como moneda de reserva mundial, también se ha visto afectado.

La declaración identifica con precisión esto como la estrategia del "ferozmente rusófobo gobierno de Biden", que está tratando de imponer tantas sanciones contra Rusia como sea posible antes de que Donald Trump asuma el cargo el 20 de enero de del 2025, "ignorando por completo el precario estado de la economía estadounidense, su creciente deuda estatal, las enormes burbujas financieras y la caída del nivel de vida". Estos factores, afirma el Ministerio, fueron la principal razón por la que los demócratas perdieron las elecciones de noviembre frente a Trump.

El Ministerio de Asuntos Exteriores advierte: No pueden detener el desarrollo de Rusia, ni Washington podrá imponer una "derrota estratégica" a Moscú con la ayuda de sus títeres de Kiev. Estas acciones no quedarán sin respuesta.

"Rusia tiene las posibilidades y los instrumentos para responder, confiscando activos occidentales dentro de su jurisdicción y utilizándolos para desarrollar su potencial industrial y ejecutar proyectos de infraestructura en las regiones rusas. Robarle los activos a Rusia se volverá en contra de Estados Unidos y sus satélites al desestabilizar aún más el 'orden basado en reglas' que se está extinguiendo".

A principios de la semana, el Departamento del Tesoro de Estados Unidos anunció el desembolso de un préstamo de $20.000 millones de dólares para Ucrania, como parte de un esfuerzo conjunto de $50.000 millones de dólares para cubrir lo que Kiev proyecta será sólo un déficit ucraniano de $38.000 millones para el 2025. La Unión Europea (UE) va a prestar $20 mil millones de dólares y otros $10 mil millones vendrán de Gran Bretaña,  Canadá y Japón. Los $20.000 millones no solo se adelantan a la posibilidad de que el Presidente electo Donald Trump ejerza presión sobre Kiev, sino que se entiende que Kiev nunca devolverá el supuesto préstamo de $20.000 millones de dólares. Se llama préstamo a 40 años, pero en caso de que no lo pague una Ucrania en bancarrota, se utilizarán los intereses de los $300.000 millones de fondos rusos que Washington y Bruselas incautaron para hacer frente a los pagos.

Dado que, en si mismo, el congelamiento y bloqueo de las reservas de divisas extranjeras de Rusia ya ha hecho lo suyo para convencer a los demás países de que reduzcan al mínimo su exposición al dólar, la fuga con los intereses casi con toda seguridad hará mucho más daño a Estados Unidos que esos $20.000 millones de dólares. Incluso el FMI había advertido que confiscar activos de Rusia vulneraría la confianza mundial en Estados Unidos y sus aliados.