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Macgregor y Carden plantean que Trump debe evitar una guerra contra Irán

21 de diciembre de 2024 (EIRNS) — En un artículo fechado el 17 de diciembre en la revista American Conservative, firmado conjuntamente por Douglas Macgregor y James Carden, señalan que tras el colapso de la Siria de Assad, el Primer ministro de Irsael Benjamin Netanyahu está “decidido a expandir la guerra” y que “la principal prioridad de Netanyahu es la destrucción de Irán antes de que Rusia concluya su victoria en Ucrania y Siria se convierta en un nuevo campo de batalla para turcos e israelíes”. Netanyahu ahora “cree que tiene el viento a su favor”, añaden, y citan al diario Times of Israel del 12 de diciembre, que informó que la Fuerza Aérea israelí ha “seguido aumentando su preparación y los preparativos” para “posibles ataques en Irán”.

Los autores advierten al gobierno entrante de Trump que se mantenga alejado de esto a toda costa, ya que es una guerra que no tiene “ningún beneficio estratégico”. Netanyahu desea comenzar la guerra pronto, lo que presentará a Trump un hecho consumado, de tal modo que “el actual conflicto de Israel con Irán y la potencial confrontación de Turquía con Israel harán imposible la retirada” estadounidense. Pero Irán no es Iraq, advierten, y esto garantizará una guerra más amplia en Oriente Medio, en la que incluso intervendrán actores de mayor envergadura como Rusia y China.

Sin embargo, el consejo más importante que dan Macgregor y Carden es que sitúan el caos que se está desarrollando en el sudoeste asiático en el contexto del nuevo “mundo multipolar”:

“El principal objetivo de los planificadores de la política exterior estadounidense debería ser la adaptación de la economía y el estamento militar estadounidense al mundo multipolar y el desarrollo de nuevos mercados, no de nuevos enemigos. La negativa de Washington a reconocer los cambios fundamentales en el poder y la riqueza constituye el meollo de gran parte del fracaso de la política exterior del gobierno de Biden.

“Una gestión acertada del cambio evitaría un conflicto con Irán; conciliaría pacíficamente las reivindicaciones rivales de hegemonía regional, como han hecho recientemente los chinos con su intermediación en el histórico acercamiento entre el Reino de Arabia Saudita y la República Islámica de Irán. Revitalizaría organizaciones multilaterales como el Consejo de Seguridad de la ONU y la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa. Estas acciones propiciarían la aparición de nuevas constelaciones de poder en la línea del Concierto de Europa de Metternich y Castlereagh de 1815. Del mismo modo que ninguna cuestión de seguridad estratégica en Europa puede resolverse sin la participación rusa, Washington no puede crear estabilidad en Oriente Medio respaldando incondicionalmente las ambiciones territoriales de Israel.

“Un fracaso estadounidense en la gestión de su propia transición hacia la multipolaridad creará más caos y desencadenará una guerra de grandes proporciones en Oriente Medio, por no mencionar una guerra en toda regla con Rusia y, finalmente, con China. Una perspectiva que dé prioridad a evitar conflictos, no a iniciar otros nuevos, debe sustituir a casi tres décadas de liderazgo irresponsable en asuntos exteriores. El nuevo pensamiento en defensa y política exterior debe anteponer la diplomacia y la cooperación pacífica al uso del poder militar”.

 

Para mayor información escriba a preguntas@larouchepub.com

 

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