Reavivar el espíritu de la humanidad para detener una guerra mundial
21 de diciembre de 2024 (EIRNS) — En la Coalición Internacional por la Paz del viernes 20 de diciembre, se dio una intercambio entre el profesor Steven Starr y Helga Zepp-LaRouche, en la que Zepp-LaRouche preguntó si no había planificadores de guerra en Estados Unidos que imaginan que una guerra “limitada” con Rusia podría librarse en suelo europeo, y que por lo tanto se supone que los europeos se convertirían en “daños colaterales” para mantener la hegemonía estadounidense. Starr respondió afirmativamente, y agregó que “la arrogancia es tan inmensa en Washington, que se creen invulnerables. Creen que pueden hacer retroceder a Rusia”. Zepp-LaRouche añadió que, por ende, la consecuencia lógica de esto es, que “si Europa quiere sobrevivir, debemos salir de la OTAN lo antes posible”.
¿Es de extrañar, entonces, que la arquitectura mundial esté cambiando? Chad es la nación que más recientemente ha expulsado a Francia de su antigua base militar, tras una serie de otros países africanos en los últimos dos años. Además, nuevos sondeos en Europa muestran el abrumador rechazo de la opinión pública a las políticas que aplican sus gobiernos. En Italia, el 71% cree ahora que la Unión Europea (UE) se está desmoronando, mientras que el 66% piensa que Occidente, y Estados Unidos en particular, es responsable de los conflictos en Ucrania y en Oriente Medio. ¿A quién le intersan pues esas políticas?
En Siria, ahora salió el diario británico The Telegraph a señalar que Estados Unidos estaba al tanto de la ofensiva del grupo Hay'at Tahrir al-Sham contra Bashar al-Assad, y probablemente también participó en ella. Las fuerzas especiales estadounidenses informaron a una milicia respaldada por Estados Unidos poco antes del ataque y se le dijo: “Todo está a punto de cambiar. Este es su momento.... Prepárense”. Y el diario Washington Post publicó ayer un artículo que también deja clara la intención detrás de las acciones del partido de la guerra en el sudoeste de Asia. La caída de Assad “señala la desaparición de la ideología de la resistencia contra Occidente y contra Israel”, escribe el autor, y hace referencia a otro artículo en la revista Foreign Affairs que afirma que esto abre el establecimiento de “un orden israelí en Oriente Medio”.
Además del creciente peligro de una guerra en toda regla contra Rusia, las agresivas acciones de Israel en el sudoeste de Asia corren el riesgo de arrastrar a Estados Unidos y a otros países a una guerra contra Irán. Douglas Macgregor y James Carden, en un artículo publicado el 17 de diciembre en la revista American Conservative, advierten al gobierno entrante de Trump contra esto, y señalan que el Primer ministro de Israel Netanyahu tiene la intención de involucrar a Estados Unidos en un conflicto que hará imposible la retirada estadounidense de la región. Asimismo, los autores presentan un argumento convincente de por qué sólo conduciría al desastre y a la probable erupción de un conflicto global, y destacan algo mucho más importante: Estados Unidos debe adaptarse al nuevo “mundo multipolar” utilizando un método distinto de la guerra y la geopolítica. “El principal objetivo de los planificadores de la política exterior estadounidense debería ser la adaptación de la economía y el estamento militar estadounidense al mundo multipolar y el desarrollo de nuevos mercados, no de nuevos enemigos”, escriben. “El nuevo pensamiento en defensa y política exterior debería anteponer la diplomacia y la cooperación pacífica al uso del poder militar”.
Tales palabras parecen completamente ajenas a la oscura caverna en que se ha convertido el discurso político y popular occidental. Sin embargo, eso debe cambiar si la humanidad quiere sobrevivir, y las naciones occidentales deben descubrir de nuevo ese espíritu que una vez las hizo grandes. Zepp-LaRouche explicó en la reunión de la CIP que, en realidad sería bastante fácil reconstruir la confianza entre las llamadas naciones adversarias, “si se les hablara como iguales, como socios, como amigos”. ¿No podemos encontrar el valor, o la sabiduría, a la luz de la potencial extinción de la raza humana, y dar ese pequeño paso?
En realidad, el hecho de que Rusia ha puesto en práctica los nuevos misiles hipersónicos, en particular su más reciente misil Oreshnik, no es una escalada agresiva, sino que pretende restablecer el “equilibrio de poder”, un equilibrio que se había degradado tras la retirada unilateral de Estados Unidos del Tratado ABM (contra misiles balísticos) en 2002 y su posterior instalación de sistemas ABM en numerosos países que rodean a Rusia. Ninguno de los sistemas defensivos occidentales existentes puede detener esas nuevas armas. Esto no ha restablecido la confianza que debería ser el verdadero baluarte contra la guerra, pero al menos ha vuelto a poner de relieve la verdad casi olvidada de que “la guerra nuclear no puede ganarse y nunca debería librarse”. El simple reconocimiento de esa realidad serviría de mucho hoy en día.
Los ciudadanos deben actuar hoy para impartir este tipo de sabiduría y coraje a nuestros dirigentes electos y demás. En Estados Unidos, urge que en este periodo festivo, los ciudadanos se pongan en contacto con sus representantes electos y les exijan que actúen para detener la catastrófica marcha hacia la Tercera Guerra Mundial. Visítenlos en sus distritos, o incluso en sus casas, y exíjanles que asuman la responsabilidad del papel para el que fueron elegidos. Un buen comienzo es añadir sus nombres al proyecto de ly HR 10218 si están en Estados Unidos, o en general para detener el uso de misiles occidentales de largo alcance en territorio ruso.
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