1º de febrero de 2025 (EIRNS) — "Hay que pensar en términos de las leyes de desarrollo del universo en general", dijo Helga Zepp-LaRouche en la reunión de la Coalición Internacional por la Paz del 31 de enero. "La cuestión de lo bueno o lo malo se define en función de si una determinada acción, declaración, actividad, tema o lo que sea, contribuye al desarrollo a largo plazo del universo, y de la especie humana. ¿Aumenta el bienestar y la densidad relativa potencial de la población del planeta? ¿Favorece a las leyes del universo o se opone a ellas? Porque si no tienes en cuenta esta directriz, siempre acabarás en conflictos que pueden ser explotados por los imperios".

Si Estados Unidos llegase a aprender esta lección, del método de pensamiento desarrollado por Lyndon LaRouche para abordar la situación estratégica, nos podríamos liberar, junto con el resto de la familia humana, del sistema troglodita de la geopolítica y el imperio que nos ha llevado "hasta el borde de la destrucción”.

Por ejemplo, consideren las medidas históricas que está tomando el gobierno de Trump para expulsar a los elementos criminales del “Estado profundo” de las agencias de inteligencia de Estados Unidos, una de cuyas fases muy pública se desarrolló en el Senado esta semana durante las audiencias de confirmación de Tulsi Gabbard y Kash Patel. Todo ciudadano patriota de Estados Unidos debe apoyar este esfuerzo, que deberá ser exitoso. Pensemos también en la intención declarada de Trump de reunirse con los Presidentes Vladimir Putin y Xi Jinping, y su intención de poner fin a la guerra en Ucrania. Estas acciones apuntan hacia un Estados Unidos que se está librando de las garras del sistema imperial de guerra.

Por otro lado, tomemos en consideración la fantasía de que el "poderoso dólar estadounidense" podría ser estabilizado por las criptodivisas. Cualquiera que sepa algo sobre la ciencia de la economía física, en contraposición al fraude criminal del monetarismo de Wall Street, se da cuenta de que el sistema financiero mundial está totalmente en bancarrota y es ahora el anfitrión de la mayor burbuja especulativa en la historia de la humanidad, siendo las criptomonedas sólo el último exponente del fraude especulativo privado. Se trata de una burbuja que la Reserva Federal ha venido apuntalando mientras que la economía productiva se desploma a un ritmo acelerado.

Sólo una revalorización de la moneda sobre una base económica física, como propone Lyndon LaRouche en sus "Cuatro nuevas leyes para salvar a Estados Unidos ¡ya!", que se facilite mediante una colaboración entre grandes potencias como Estados Unidos y China para habilitar el desarrollo económico físico de todas las naciones del mundo, puede dar valor a cualquier moneda.

La dirección definitiva de la situación estratégica mundial es aún bastante incierta. Éste es el momento en que las voces de los dirigentes que abogan por soluciones que contribuyan al desarrollo a largo plazo de la especie humana pueden marcar la diferencia entre la guerra y la paz, entre el colapso y una nueva era de progreso duradero de la humanidad.