3 de febrero de 2025 (EIRNS) — La edición europea de la portal de noticias estadounidense Politico, Politico.eu, anunció el 28 de enero, con base a dos fuentes anónimas, que el gobierno de Trump había aceptado el nombramiento de lord Peter Mandelson como embajador del Reino Unido en Washington DC, a la espera únicamente del "visto bueno" por parte del Presidente Trump, lo que produjo "suspiros de alivio" en Londres, según la reseñ del periódico británico The Independent.

Esa afirmación aún no se ha hecho oficial, pero no por falta de servilismo por parte de "Randy Mandy", como se apodó a este agente de Tony Blair décadas antes de que las idas y venidas de Jeffrey Epstein o los supuestos vínculos de Mandelson con él, se convirtieran en un escándalo público. En una muestra típica del engaño y la arrogancia británicos, Mandelson le dijo a Fox News en una entrevista el 29 de enero que ya no creía que el Presidente Trump fuera "un peligro para el mundo" y "poco menos que un nacionalista blanco y racista", como había dicho en 2019. Esas declaraciones fueron "desacertadas y equivocadas, y creo que los tiempos y las actitudes hacia el Presidente han cambiado desde entonces", declaró Mandelson, que achacó sus comentarios a que la política británica había estado "muy agitada" y llena de un "gran entusiasmo" en aquel momento. Afirmó también que su nombramiento era como "embajador de su majestad el rey Carlos" en Estados Unidos, no como mero embajador del gobierno de Keir Starmer. (Los británicos discuten públicamente su convicción de que el Presidente Trump tiene una debilidad por "la realeza" que pueden explotar).

Todo esto es puro teatro. El "gran entusiasmo" británico que motivó que Mandelson denigrara del Presidente Trump en el 2019 se expuso en el informe de la Cámara de los Lores de diciembre del 2018, "U.K. Foreign Policy in a Shifting World Order" (La política exterior del Reino Unido en un orden mundial cambiante), en el que se declaraba que no se podía permitir un segundo gobierno de Trump bajo ninguna circunstancia, si se quería preservar la "relación especial" anglo-estadounidense.

Ahora que el Presidente Trump está de vuelta, y con “una victoria extraordinaria”, como se jactó lord Mandelson, los británicos están luchando por volver a asegurar esa "relación especia", actuando "de seis maneras hasta el domingo", se podría añadir. Una reflexión de lo salvaje que puede llegar a ser el forcejeo en Londres sobre qué hacer, lo aporta el artículo “Can the International Order Survive Trump 2.0?” (¿Puede el orden internacional sobrevivir a Trump 2.0?), que publicó el 30 de enero Chatham House (el Real Instituto de Asuntos Internacionales), el principal grupo de análisis y planeación de la realeza sobre política exterior.

"No sólo las instituciones, sino también las reglas del orden posterior a la Guerra Fría están amenazadas", se inquieta la autora del artículo, Heather Hurlburt, investigadora asociada de Chatham House, aunque "hasta ahora... los pilares del orden mundial posterior a 1945: la OTAN, el Tratado de No Proliferación Nuclear (TNP), la ONU, el Banco Mundial y el FMI" no estén bajo ataque inmediato. Añadió, sin embargo, que "el panorama mundial también es diferente ahora. A diferencia del 2017, hay una gran cantidad de actores estatales y no estatales deseosos de aprovechar la retirada de Estados Unidos de la normativa y las instituciones mundiales. Las acciones de Estados Unidos ofrecen permiso, e incluso apoyo, a otros líderes que buscan alejarse de onerosos compromisos financieros y restricciones políticas".

Mostrando lo desesperadas que se han vuelto algunas facciones en Londres, sugiere que Londres podría no ser capaz de salvar al menos partes del orden mundial anglo-estadounidense posterior a la Guerra Fría, sin "la conformidad o el apoyo activo de Pekín", por débil que admita que pueda ser esa posibilidad.