3 de febrero de 2025 (EIRNS) — El 1º de febrero, la Casa Blanca anunció que el gobierno de Trump impondría nuevos aranceles, a partir del 4 de febrero, a los bienes que ingresen a Estados Unidos desde China, México y Canadá. "El anuncio arancelario de este día es necesario para responsabilizar a China, México y Canadá de sus promesas de detener el flujo de medicamentos venenosos hacia Estados Unidos", señala el comunicado de la Casa Blanca.

Un portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de China declaró el 2 de febrero que "Estados Unidos ha impuesto un arancel adicional del 10% a las importaciones chinas con el pretexto del tema del fentanilo. China deplora y se opone firmemente a esta medida y tomará las contramedidas necesarias para defender sus derechos e intereses legítimos". El Ministerio de Comercio de China declaró en un comunicado que China "está muy descontenta con esto y se opone firmemente a ello... China insta a Estados Unidos a que corrija sus prácticas erróneas y trabaje con China para enfrentar los problemas, que mantenga un diálogo franco para fortalecer la cooperación, y gestionar las diferencias sobre la base de la igualdad, el beneficio mutuo y el respeto mutuo".

El Primer Ministro de Canadá, Trudeau, también protestó por la medida, dirigiéndose directamente a los estadounidenses: "Los aranceles contra Canadá pondrán en peligro sus puestos de trabajo y podrían provocar el cierre de plantas de ensamblaje de automóviles y otras fábricas estadounidenses. Aumentarán los costos para ustedes, incluyendo los alimentos en las tiendas de comestibles y el combustible en las estaciones de gasolina". Y añadió: "Anuncio que Canadá responderá a la acción comercial de Estados Unidos con aranceles del 25% contra productos estadounidenses por valor de 155.000 millones de dólares [canadienses]".

Trump replicó en un mensaje en Truth Social el 2 de enero: "Por lo tanto, Canadá debería convertirse en nuestro querido 51º Estado. Impuestos mucho más bajos y una protección militar mucho mejor para el pueblo de Canadá... ¡Y SIN ARANCELES!".

Pero la respuesta más contundente vino de la Presidenta de México, Claudia Sheinbaum, quien respondió directamente a las acusaciones de la Casa Blanca de que existe una "alianza" entre su gobierno y las bandas de narcotraficantes. En materia de los aranceles, Sheinbaum anunció: "Estoy instruyendo al Secretario de Economía para que implemente el Plan B en el que hemos estado trabajando, que incluye medidas arancelarias y no arancelarias en defensa de los intereses de México", que se cree incluirán medidas dirigidas a industrias esenciales de Estados Unidos, en particular a la agricultura, al tiempo que procura evitar una mayor escalada.