Cuando un líder europeo adopta a Mencio como su guía para toda la vida
3 de febrero de 2025 (EIRNS) — Borhut Pahor, ex Primer ministro y ex Presidente de Eslovenia, escribió un artículo en el diario China Daily del 10 de enero, en el que habla de su carrera política de 32 años guiada por el principio (aprendido de Mencio y de Mandela) de que el hombre es bueno. Muchos se han quedado sorprendidos ante el Décimo Principio de Helga Zepp-LaRouche en su documento de noviembre del 2022 “Diez principios para una nueva arquitectura internacional de seguridad y desarrollo”. Ahí, ella señala que “el supuesto básico para el nuevo paradigma es, que el hombre es fundamentalmente bueno y capaz de perfeccionar infinitamente la creatividad de su mente y la belleza de su alma...”.
El Presidente de Rusia, Vladimir Putin, por su parte, caracteriza la dirección de los difíciles cambios que se están produciendo entre las naciones, no como “multipolaridad”, sino como la creación de “una polifonía”, en la que cada nación desempeña un papel para lograr una gran armonía. El Presidente de China, Xi Jinping, aboga repetidamente por una comunidad de naciones que cree un futuro compartido para la humanidad, principio que impulsa las numerosas acciones de China en favor de la paz y el desarrollo.
El ex Primer Ministro Pahor dice en su artículo: “En la universidad volví una y otra vez sobre la cuestión de la naturaleza del carácter humano. ¿Es bueno o malo en su esencia? En aquella época, la filosofía confuciana entró en mis estudios y en mi mentalidad intelectual y más tarde política y, en cierto modo, se apoderó de mí. Simplemente quería creer que una persona es fundamentalmente buena, y Mencio lo justificaba de forma suficientemente convincente para mí. Me convenció su pensamiento sobre la bondad original del espíritu o corazón humano. Me cautivó su consejo de que debemos pensar con el corazón.
“Esto determinó en gran medida mis creencias personales y políticas. De hecho, decidí creerlo porque me parecía bueno y correcto. Seguí este principio durante toda mi carrera política de 32 años, y este pensamiento me guió en todos los cargos políticos que ocupé en Eslovenia y Europa”.
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