4 de febrero de 2025 (EIRNS) — Kit Klarenberg, que forma parte de The Grayzone con Max Blumenthal, publicó el 31 de enero un análisis sobre el impacto de los recortes de Donald Trump a la ayuda exterior en nombre de la "democracia", a través de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID, por sus siglas en inglés) en varios países del mundo. El artículo, titulado "Did a Trump Executive Order Just Cripple the Global U.S. Regime Change Network?" (¿Acaba de mutilar la orden ejecutiva de Trump a la red global estadounidense dedicada a los cambios de régimen?) repasa la manera en que la agencia ha sido fundamental en la subversión de gobiernos a través de operaciones sucias conocidas como "revoluciones de color".

El caso más inmediato es Ucrania, donde EIR.News ya ha informado del impacto que tendrá en varios medios noticiosos que forman parte de la operación de propaganda de noticias falsas respaldada por el Departamento de Estado. Klarenberg escribe sobre Ucrania que "el Ministerio de Cultura y Comunicaciones Estratégicas y el Servicio del Viceprimer ministro para la Integración Europea y Euroatlántica, los dos creados para hacer propaganda a favor de la guerra contra Rusia, se encuentran también entre los receptores de fondos de la USAID que ahora están hambrientos de efectivo". Zelenski se está quejando. En un mensaje en la plataforma X, Zelenski se lamenta de que "programas de importancia crítica" que dependen totalmente del "apoyo estadounidense" están ahora "suspendidos" como resultado de la orden ejecutiva de Trump. Y le pidió a los "socios europeos" que compensaran la pérdida.

Y con respecto a Nicaragua, Klarenberg señala que "desde la reelección del popular izquierdista Frente Sandinista en el 2006, Washington ha inyectado decenas de millones de dólares a medios informativos de derecha y grupos de la oposición... incitando a la violencia contra el gobierno y sus partidarios, e influyendo en los medios noticiosos occidentales que informan sobre este país".

Sobre los Balcanes, Klarenberg señala que, "la USAID; la autoproclamada fachada de la CIA, la Fundación Nacional para la Democracia [NED, por sus siglas en inglés]; las Open Society Foundations de George Soros y la panoplia de ONG y medios noticiosos se han infiltrado en todas las esferas imaginables de la vida pública. Tras la guerra civil de 1992-1995, Bosnia y Herzegovina se transformó metódicamente en una colonia de facto de la Unión Europea (UE) y de Estados Unidos, en la que todas las funciones básicas del Estado fueron secuestradas por intereses extranjeros".

Luego cita el sitio de internet Balkan Insight, al que califica como "un medio de noticias expuesto por The Grayzone como un tentáculo de la inteligencia británica", que informó que la interrupción de la ayuda "ha afectado de inmediato a una serie de organizaciones en Bosnia y Herzegovina, Albania, Kosovo, Macedonia del Norte, Montenegro y Serbia". Destac que entre el 2020 y el 2024, "Washington ha canalizado la asombrosa cantidad de $1.700 millones de dólares a los Balcanes Occidentales, 'en apoyo de organizaciones de la sociedad civil e instituciones estatales y proyectos que van desde los derechos humanos y los medios informativos hasta la eficiencia energética', sin ningún beneficio social demostrable".

En Albania, país que Klarenberg caracteriza como "obstinadamente pro estadounidense y con un influyente grupo de presión en Washington", se han producido cierres generalizados por falta de fondos. Entre ellos, "se suspendieron 30 proyectos subvencionados por Washington, incluido el financiamiento de 'tribunales, fiscalías y los ministerios de Defensa, Educación y Deportes, y Finanzas'. En Macedonia, donde la mayor parte del financiamiento estadounidense se distribuye a través de la USAID y la NED, $72 millones de dólares asignados a 22 proyectos están 'ahora en compás de espera'".

Luego tenemos la República de Georgia, donde la USAID y sus agentes han emprendido una revolución de color contra un proyecto de ley aprobado por el gobierno que obliga a las organizaciones a revelar sus fuentes de financiación extranjera, ¡Klarenberg señala que hay 25.000 organizaciones de este tipo financiadas desde el extranjero en el país! Agrega que ahora "el líder parlamentario Mamuka Mdinaradze incluso ha sugerido que la muy controvertida ley sobre la transparencia del financiamiento extranjero 'podría ya no ser necesaria en absoluto' después de la orden ejecutiva de Trump. De hecho, ahora que innumerables agentes del caos patrocinados desde el extranjero de repente quedaron sin dinero, el punto muerto de la revolución de color está ahora claro en Tiflis".

Klarenberg advierte sensatamente que no debemos bajar la guardia, ya que el "gasto de Estados Unidos en poder blando podría reorientarse hacia opciones más duras con repercusiones aún más graves en todo el mundo".