5 de febrero de 2025 (EIRNS) — El Ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, publicó una declaración política de suma importancia el 4 de febrero en la edición en inglés y en ruso de la revista Russia in Global Affairs, en la que aborda la gran cuestión que enfrenta el mundo: ¿Sobre qué base establecerán las naciones del mundo un orden justo y equitativo que beneficie a todos por igual? ¿Y qué dirección tomará Estados Unidos bajo Trump? Lavrov hace una advertencia rigurosa y tajante: “El giro hacia el concepto de 'Estados Unidos primero' es alarmantemente similar al eslogan hitleriano 'Alemania por encima de todo', y la apuesta por la 'paz por medio de la fuerza' puede ser el golpe final a la diplomacia". Asimismo, pone de relieve que el mundo ya no es el mismo que en el 2017 y manifestó su esperanza de que el Presidente Trump pueda hacer de Estados Unidos una potencia responsable en esta nueva realidad estratégica.

Lavrov tituló su contribución a este debate de la siguiente manera: “The UN Charter Should Become the Legal Foundation of a Multipolar World” (El fundamento jurídico del mundo multipolar ha de ser la Carta de la ONU). Plantea que este amplio debate es necesario ahora, sin esperar a que se resuelvan los conflictos individuales.

Por ello, Lavrov sugirió que se reunieran los mandatarios de los Cinco Miembros Permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU, como había propuesto el Presidente Vladimir Putin en el 2020, debido a que esas naciones tienen "una responsabilidad especial en la preservación de la civilización", para evitar una guerra nuclear. Aunque esa cumbre nunca se llevó a cabo, "no perdemos la esperanza, aunque la composición de los participantes y el formato de tales reuniones pueden ser diferentes", señala Lavrov.

Lavrov especifica, no obstante, que "Los intentos de reestructurar el mundo de manera brutal para adaptarlo a sus intereses, violando el conjunto de principios de la ONU, pueden traer aún más inestabilidad y confrontación, hasta escenarios catastróficos”. Y subraya que “un rechazo irreflexivo... de la ONU y su Carta conducirá inevitablemente al caos". Porque los "propósitos y principios de comportamiento de los países, consagrados en la Carta, tienen por objeto garantizar su coexistencia pacífica y desarrollo progresivo. El fundamento del sistema de Yalta-Potsdam fue el concepto de igualdad soberana de los Estados: ninguno de ellos puede reclamar una posición dominante, es decir, todos son iguales, independientemente del tamaño del territorio, la población, el poder militar u otros criterios comparativos".

De manera incisiva, Lavrov planteó la cuestión ante Estados Unidos, su gobierno y sus ciudadanos:

"Con la vuelta al poder del gobierno republicano encabezado por Donald Trump, la interpretación de Washington de los procesos internacionales posteriores a la Segunda Guerra Mundial ha adquirido una nueva dimensión. El nuevo secretario de Estado, Marco Rubio, hizo unas declaraciones muy elocuentes a este respecto en el Senado el 15 de enero... [Según él] el orden mundial de posguerra no solo está anticuado, sino que se ha convertido en un arma utilizada contra los intereses de Estados Unidos. Es decir, no solo el sistema de Yalta-Potsdam con el papel central de la ONU, sino también el 'orden basado en reglas', que parecía encarnar el egoísmo y la arrogancia del Occidente dirigido por Washington en la era posterior a la Guerra Fría, son ahora indeseables. El giro hacia el concepto de 'Estados Unidos primero' guarda inquietantes consonancias con el lema de la época hitleriana 'Alemania por encima de todo', y la apuesta de hacer la paz por medio de la fuerza puede acabar por enterrar la diplomacia...

"Sin embargo, no estamos en 1991, ni siquiera en el 2017 cuando el actual inquilino de la Casa Blanca tomó por primera vez el puente de mando. Los analistas rusos señalan con razón que 'no se volverá al estado de cosas anterior, que Estados Unidos y sus aliados han defendido hasta ahora, porque las condiciones demográficas, económicas, sociales y geopolíticas han cambiado irreversiblemente'. Creo que también es acertada la predicción de que en algún momento 'Estados Unidos se dará cuenta de que no debe exagerar su área de responsabilidad en los asuntos internacionales, y vivirá en armonía como uno de los Estados principales, pero ya no como hegemónico'.

"La multipolaridad está cobrando impulso y, en lugar de contrarrestar este proceso objetivo, Estados Unidos podría convertirse en uno de los centros de poder responsables en la perspectiva histórica previsible, junto con Rusia, China y otras potencias del Sur, el Este, el Norte y el Oeste Globales. Por el momento, parece que el nuevo gobierno de Estados Unidos lanzará asaltos de vaqueros para poner a prueba los límites y la durabilidad del actual sistema centrado en la ONU, en contraposición a los intereses estadounidenses. Sin embargo, estoy seguro de que este gobierno pronto se dará cuenta de que la realidad internacional es mucho más rica que esas ideas sobre el mundo que pueden utilizarse sin alguna consecuencia en los discursos dirigidos al público estadounidense y a sus obedientes aliados geopolíticos".