7 de febrero de 2025 (EIRNS) — Tras el torbellino de declaraciones de los dos últimos días, empieza a perfilarse una imagen de las tenebrosas implicaciones de los planes del Presidente Trump respecto a Gaza. "La Franja de Gaza será entregada a Estados Unidos por Israel al término de los combates", dijo Trump el 6 de febrero en un mensaje de Truth Social, y los palestinos "ya a los palestinos los habrían reubicado en comunidades mucho más seguras y hermosas". Gaza "se convertirá en uno de los más grandes y espectaculares complejos de su tipo en la Tierra", afirmó. ¿Quién va a vivir en esta mentada nueva "Riviera" y magnífica? Según Trump, serán "los pueblos del mundo", es decir, no serán los palestinos.

Esta propuesta fue recibida de manera casi universal con una enorme condena, por mandatarios de naciones como Rusia, China y Brasil; de las Naciones Unidas; de países de todo el suroeste de Asia; algunas naciones de Iberoamérica; e incluso de porciones significativas dentro del propio Partido Republicano de Donald Trump. El carácter aberrante y absurdo de la propuesta queda plasmado en la confusión manifiesta del propio Ejecutivo, ya que el secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, y la secretaria de Prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, vacilaron durante los días 5 y 6 de febrero sobre si Trump pretendía que fuera una "reubicación" permanente o temporal.

Pero, aunque absurda en apariencia, la propuesta es terriblemente seria. El ministro de Defensa de Israel, Israel Katz, dijo el 6 de febrero que el ejército israelí ya está haciendo planes para llevar a cabo la expulsión forzosa y masiva de los palestinos de Gaza. Y uno puede estar seguro de que el plan del Primer ministro Netanyahu del año pasado para el reasentamiento de palestinos fuera de Gaza está esperando tras bambalinas hace mucho tiempo. Si se lleva a cabo, este plan desatará el caos y la guerra en toda la región, y posiblemente más allá.

Sin embargo, también está empezando a surgir otra realidad. A saber, el verdadero fin del “orden basado en reglas” imperial y la aparición de nuevas oportunidades radicales que nunca antes habrían visto la luz, tanto malas como buenas. En una entrevista con Megyn Kelly el 30 de enero, Marco Rubio afirmó que el surgimiento de Estados Unidos como potencia unipolar "fue una anomalía. Fue un producto del final de la Guerra Fría, pero con el tiempo se iba a volver a un punto en el que se tenía un mundo multipolar". Del mismo modo, la suspensión de la USAID que ordenó Trump, además de detener fondos esenciales para la ayuda humanitaria en todo el mundo, también ha detenido una de las principales vías para las operaciones de cambio de régimen contra los llamados "adversarios" de Occidente. Esto llegó a incluir decenas de millones de dólares para enviar a celebridades de Hollywood (unos $20 millones de dólares para Angelina Jolie) para hacer una sesión de fotos con Volodímir Zelenski con el fin de vender su guerra nuclear sustituta contra Rusia a un público estadounidense adoctrinado. De confirmarse, es de esperar que los nombramientos de Tulsi Gabbard y Kash Patel pondría a este gobierno en posición de vengarse de sus enemigos internos obviamente, pero también de abrir una caja de Pandora con la información sobre el asesinato del Presidente John F. Kennedy, Robert F. Kennedy y Martin Luther King.

Debido a estas y otras acciones, al gobierno de Trump no puede simplemente ser etiquetado como una nueva marca de fascismo o imperialismo, aunque los efectos pueden llegar a ser igual de desastrosos. Hasta entonces, sin embargo, tenemos que señalar que su resultado aún no está determinado, y la historia está activamente en proceso de ser moldeada. El futuro no es producto del pasado, ¡así que no te quedes esperando y observando!

Por lo tanto, el Plan Oasis de LaRouche debe salir a la luz para su consideración inmediata: es la única alternativa para una situación que, de otro modo, resultaría desastrosa. El mal llamado “Oriente Medio” fue creación del imperio británico hace más de 100 años, y el legado de este imperio aún persigue a esta región y a sus pueblos hoy en día.  La escasez de recursos, las divisiones religiosas y los brutales conflictos militares son las huellas de ese sistema imperial, el mismo que ahora agoniza y está a punto de desaparecer. ¿Estará el mundo a la altura de las circunstancias para sustituir ese sistema? Convertir a Gaza en un oasis de casinos, campos de golf y turismo de lujo no traerá prosperidad ni paz a nadie, ni cambiará las condiciones subyacentes que condujeron a los conflictos. Sin embargo, la creación de un oasis mediante sistemas de abastecimiento de agua y energía a gran escala, que impulsaría un verdadero desarrollo económico, transformaría la región y crearía una base sólida para la paz en las próximas décadas.

Al concluir su diálogo por Internet con Larry Johnson, el ex funcionario de la CIA, miembro de Veteranos Profesionales de la Inteligencia por la Cordura (VIPS, por sus siglas en inglés), el 5 de febrero, Helga Zepp-LaRouche dijo: "Creo que existe absolutamente el potencial para inyectar nuevas ideas, porque... muchos de los planes se estrellarán contra la pared, porque no se pueden realizar, y entonces habrá una opción para algo nuevo. Nosotros, desde el Instituto Schiller, seguimos impulsando el Plan Oasis, que ahora mismo están estudiando fuerzas muy importantes de Oriente Medio, que básicamente ven el desarrollo económico conjunto de toda la región, desde la India hasta el Mediterráneo, desde el Cáucaso hasta el Golfo Pérsico, como una sola región, que esa es la única forma de avanzar. Así que creo que este potencial para que haya una conferencia sobre los dos Estados en la ONU, que tendrá lugar en junio en Nueva York, creo que si se puede discutir mucho sobre el Plan Oasis entre ahora y entonces, y no quiero apostar, pero yo tendría una esperanza muy fuerte, respaldada por la acción, de que seremos capaces de poner este Plan Oasis sobre el tapete, porque es lo que tiene sentido".

Equivocadamente, el Asesor de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Mike Waltz, dijo que "nadie tiene una solución realista" que no sea la que Trump ha puesto sobre la mesa, y el propio Trump dijo: "Díganme qué alternativas reales mejores les han ofrecido” a los palestinos. Este es el momento de organizarse y poner sobre el tapete la solución de economía física, del Plan Oasis de LaRouche.