9 de febrero de 2025 (EIRNS) — Gran parte del mundo se halla conmocionado por las acciones del presidente Trump y reaccionando ante ellas; pero no nos engañemos: Trump es un efecto, no una causa, de un cambio monumental que está en marcha en el transcurso de la historia de la humanidad, cuyo resultado está en gran medida por determinar. Lo que es seguro es que la era de la geopolítica y el colonialismo ha terminado y que las diversas fuerzas en juego se entrecruzan e interactúan de maneras que no pueden predecirse con base a una interpretación simple de los acontecimientos.

Lo que determinará si la especie humana sobrevive a esta transformación, moralmente o de cualquier otro modo, es si podemos o no forzar un cambio en la dirección de la política de Estados Unidos, que deje de actuar como el hegemónico mundial y pase a una colaboración beneficiosa para todos en pro de un nuevo sistema de desarrollo económico pacífico para todas las naciones, un sistema coherente con la ley natural y que refleje la bondad humana.

En ese contexto, lo que ocurra en Gaza será una prueba de la aptitud moral de nuestra especie para sobrevivir. La locura del plan de Trump para Gaza, que ha sido denunciado con razón por la mayor parte del mundo, debe ser sustituida por el apoyo al Plan Oasis y a una solución de dos Estados, y eso a tiempo para la Conferencia de la ONU sobre Palestina prevista para junio. Si no se aplica una política para crear un nuevo potencial de desarrollo económico en la región en beneficio de todas las personas que viven allí, como se propone en el Plan Oasis, muchos, incluidos muchos israelíes, temen con razón que el actual acuerdo de alto al fuego se rompa rápidamente. Si, por el contrario, se adopta el Plan Oasis y una solución de dos Estados, Gaza podría convertirse rápidamente en un ejemplo del compromiso de la humanidad con un nuevo sistema en pro de la humanidad que reconozca el valor y el potencial creativo de cada ser humano.

¿Qué puede hacer esto posible?

Debemos movilizarnos como si nuestras vidas dependieran de ello para construir un movimiento de masas a favor de una solución positiva, de un Nuevo Paradigma, en Estados Unidos y las naciones de Occidente. Desmantelar el “buró de los mentirosos” dentro de las agencias de inteligencia de Estados Unidos será una parte fundamental para liberar la formulación de políticas y el pensamiento de Estados Unidos de su servidumbre a los intereses imperiales, de ahí la urgencia de que el Senado de Estados Unidos confirme a Tulsi Gabbard como Directora de Inteligencia Nacional, votación prevista para el lunes 10 de febrero. Todos los ciudadanos preocupados y las personas de buena voluntad deben inundar el Senado con llamadas exigiendo que sus representantes voten a favor de su confirmación.

No se dejen atrapar por el latigazo de reaccionar ante acontecimientos “buenos” y “malos” (acabar con la guerra en Ucrania, ¡bien! Condenar a Sudáfrica por denunciar el genocidio de Israel, ¡malo!); mantengan el rumbo. La historia se hace con el liderazgo firme de las personas que saben lo que hay que hacer y están decididas a hacer que las soluciones basadas en principios para el progreso de toda la humanidad sean la ley de la tierra.