Go to home page

Aunque el mundo cambia, sigue sujeto a la ley natural

10 de febrero de 2025 (EIRNS) — Las tres primeras semanas del gobierno de Trump han sido sin duda tumultuosas, y los resultados completos de sus diversas acciones aún son demasiado pronto para juzgarlos. La cuestión central sigue siendo si, con un nuevo Presidente al timón, Estados Unidos intentará mantener la hegemonía mundial posterior a la Guerra Fría, o si se unirá al creciente coro de naciones que buscan una nueva arquitectura de seguridad y desarrollo libre de las trampas de las maquinaciones geopolíticas. La realidad exige que sea lo uno o lo otro, y cualquier intento de ignorar esto mientras se insiste únicamente en “Estados Unidos primero” sólo provocará problemas y contradicciones que pueden ser catastróficas.

Hay una intensa actividad diplomática en todo el mundo árabe. Egipto anunció el 9 de febrero que convocará una cumbre de emergencia sobre Palestina a finales de mes con el fin de consolidar una posición unificada en todo el sudoeste asiático. Mientras tanto, ha habido condenas masivas tanto a los comentarios de Trump sobre Gaza como al rechazo de Netanyahu a un Estado palestino. En particular, mandatarios y funcionarios de gobiernos de todo el mundo árabe han hecho declaraciones mordaces contra ello en los últimos días.

Aún más urgente es el comienzo de la segunda fase de las negociaciones para el acuerdo de rehenes y cese al fuego entre Israel y Hamás, cuyo inicio está previsto para cuando la delegación israelí llegue a Qatar el domingo 9 de febrero. Sin embargo, preocupa que las conversaciones corran peligro de fracasar, espoleadas por la flagrante actitud de Netanyahu hacia un futuro Estado palestino y su exigencia de que se prohíba a Hamás la entrada en la Franja de Gaza para siempre. El diario israelí de oposición Haaretz citó fuentes israelíes el domingo que dijeron que Netanyahu lo sabe y está tratando de sabotear las conversaciones de paz con el fin de continuar la guerra y aferrarse al poder. Por lo visto el respaldo que le otorgó Trump no sirvió para disuadirle.

Esta misma semana, el vicepresidente J.D. Vance y el enviado especial para Ucrania y Rusia, Keith Kellogg, hablarán en la Conferencia de Seguridad de Múnich, que tendrá lugar del 14 al 16 de febrero, donde, al parecer, iniciarán conversaciones con el ucraniano Zelenski y otros. Aún está por ver si tienen algo que ofrecer para poner fin a la guerra en Ucrania. El fin de semana también salieron versiones de que Trump podría haber tenido una o más conversaciones telefónicas con el Presidente Vladimir Putin, lo cual no está confirmado.

Mientras tanto, las maniobras del gobierno de Trump siguen desentrañando, como efecto colateral, la podredumbre subyacente de la USAID y las instituciones relacionadas, que no eran más que frentes para los esfuerzos de cambio de régimen en todo el mundo. Una de las revelaciones más recientes es la del gasto de casi $500 millones de dólares de USAID para una ONG llamada “Internews Network”. Esta monstruosidad financiada por el gobierno de Estados Unidos supuestamente apoyaba a los “medios informativos independientes” y, según WikiLeaks, tenía vínculos con cerca de 4.300 medios noticiosos en 30 países. Hoy tendrá lugar también la votación en el Senado para confirmar a Tulsi Gabbard como Directora de Inteligencia Nacional.

Sin embargo, la cuestión principal en todo esto es si Estados Unidos responderá a las nuevas realidades que se están produciendo en el mundo o se aferrará a formas de pensar antiguas y antinaturales. Esta cuestión la planteó el profesor Zhang Weiwei, de la Universidad de Fudan, China, el 5 de febrero, cuando declaró: “Cuando las reglas del camino dejan de reflejar las realidades del camino, pueden ocurrir tres cosas: o se reforman las instituciones, o se construyen nuevas instituciones, o los países adoptan medidas unilaterales, incluso la guerra, si es necesario”. Es decir, la ley natural no puede ignorarse para siempre.

El acontecimiento más oportuno que se presenta ahora a este respecto es la crisis de Gaza. Si Estados Unidos viera que un Estado de Palestina reconstruido, próspero y libre es de su interés, como lo es para China, Rusia y los demás países de la región, entonces se podría introducir la noción de los objetivos comunes de la humanidad y actuar en concordancia con la ley natural. Sería un verdadero “ganar-ganar”, en contraposición a las detestables propuestas de “ganar-perder” que circulan ahora, y tendría repercusiones en todo el mundo mucho más allá de Gaza.

El Plan Oasis de LaRouche es la mejor y única opción realista en este sentido, y debería organizarse en todas partes para los próximos días y semanas.

 

Para mayor información escriba a preguntas@larouchepub.com

 

Volver    Volver al inicio

clearclearclear