15 de febrero de 2025 (EIRNS) — En la rueda de prensa con el Primer ministro de India, Narendra Modi, el Presidente Donald Trump declaró: “Ahora somos una nación recíproca; todo [en materia de aranceles] va a ser recíproco”. Trump anunció aranceles que entrarán en vigor el 1º de abril sobre India y muchas naciones, iguales (recíprocos) a los aranceles de esas naciones sobre los mismos artículos procedentes de Estados Unidos. El mismo día, Trump firmó una Orden Ejecutiva en apoyo de los “aranceles recíprocos”.

La política consiste en que cada una de esas naciones podría eliminar o reducir sus propios aranceles, y el arancel estadounidense amenazado quedaría entonces anulado o reducido. La idea de los aranceles recíprocos se originó con la Ley Arancelaria McKinley de 1890, elaborada con el senador James G. Blaine (republicano de Massachusetts), que era entonces secretario de Estado y fue el verdadero artífice de la reciprocidad; mientras que el representante William McKinley llegó a ser conocido como “el Napoleón de los aranceles” y así le ayudó a conseguir la Casa Blanca.

“Esto va a ser lo que pague los 36 billones de dólares de deuda”, dijo el Presidente Trump en su conferencia de prensa en el Despacho Oval el 13 de febrero, presumiblemente refiriéndose tanto a los “aranceles del 1º de abril” (que se festeja en Estados Unidos como el Día de los necios), como a todos y cada uno de los demás aranceles que se puedan imponer y mantener. Aparte del hecho de que la deuda será de $38 billones de dólares al final del año fiscal 2025 en septiembre, no se producirá tal amortización, incluso si se imponen los aranceles recíprocos amenazados.

Desde 2019, los aranceles han generado alrededor del 2% de los ingresos federales en Estados Unidos; antes de 2019, había sido el 1% de los ingresos federales desde la Segunda Guerra Mundial. En 2023, los ingresos arancelarios ascendieron a $77.000 millones de dólares, alrededor del 1,7% de los ingresos.

En realidad, fue la Ley de 1890 de los “hombres de los aranceles” McKinley y Blaine la que inició el declive de los ingresos arancelarios, desde el 55% de los ingresos federales totales en la década de 1880, hasta el 5% de los ingresos en 1920. Y fue intencional: su autor, el propio McKinley, etiquetó la ley de 1890 como “un acto para reducir los ingresos”. Los aranceles con mayores ingresos, encabezados por los aplicados al azúcar, el café, las pieles y el hierro, se eliminaron por no ser ya necesarios para la protección de la industria estadounidense. Un gran número de otros artículos, muchos de ellos considerados entonces “de lujo”, fueron gravados con aranceles, con el plan de que Estados Unidos debía producirlos y no importarlos, de modo que la tasa arancelaria promedio pasó del 40% al 50% aproximadamente, pero los ingresos federales por aranceles disminuyeron.