El fin de la era “basada en reglas” de la posguerra fría
18 de febrero de 2025 (EIRNS) — Puede que el futuro no esté determinado, pero es definitivo que nos encontramos al final de la posguerra fría, del mentado “orden basado en reglas”. En primera línea de muchas manifestaciones, incluidas las lágrimas del presidente saliente del Consejo de Seguridad de Múnich ayer, está la reunión el martes 18 de febrero en Riad del secretario de Estado de EU y el Ministro de Asuntos Exteriores de Rusia para restablecer relaciones regulares entre estas potencias y conversar sobre el fin de la guerra en Ucrania. Estas conversaciones le dan seguimiento a la llamada telefónica del 12 de febrero entre el Presidente Trump y el Presidente Putin. En Riad, el ministro de Asuntos Exteriores, Serguéi Lavrov, encabeza la delegación rusa, que incluye al asesor de política exterior de Putin, Yuri Ushakov. El secretario de Estado de EU, Marco Rubio, encabeza la delegación estadounidense, que incluye al asesor de Seguridad Nacional, Mike Waltz, y al enviado para Oriente Medio, Steve Witkoff. Las conversaciones se centrarán “principalmente en el restablecimiento de todo el complejo de las relaciones ruso-estadounidenses. También se dedicarán a la preparación de posibles negociaciones sobre el arreglo ucraniano y a la organización de una reunión entre los dos Presidentes”, declaró ayer el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov.
Ni Ucrania ni las naciones europeas participan en esta reunión de Riad, para gran disgusto de éstas. Los mandatarios de un selecto número de ellos, junto con el secretario general de la OTAN, Mark Rutte, se reunieron ayer en una sesión de emergencia sobre Ucrania en París, convocada por el Presidente de Francia, Emmanuel Macron.
Lavrov dijo sobre esta cuestión de reunirse con Estados Unidos sin Europa, antes de despegar hacia Arabia Saudita: “No sé qué harían [los funcionarios europeos] en la mesa de negociaciones... si van a sentarse en la mesa de negociaciones con el objetivo de continuar la guerra, entonces ¿por qué invitarlos allí?”.
También hay movimientos notables en el sudoeste de Asia y el norte de África. La Liga Árabe anunció ayer que amplió el número de naciones participantes en su reunión de El Cairo para conversar sobre la reconstrucción de Gaza, en oposición al plan “Riviera” de Trump de expulsar a los palestinos. La fecha de la reunión se cambió del 27 de febrero a principios de marzo, con el fin de dar cabida a los nuevos participantes, que incluyen, por ejemplo, la adición de las seis naciones del Consejo de Cooperación del Golfo a la lista de participantes. Egipto tiene previsto publicar en los próximos días su plan general de construcción de infraestructura y otras obras en Gaza.
Antes de la conferencia regional de El Cairo, Arabia Saudita realizará una reunión el viernes 21 de febrero (en lugar del 20 de febrero) para tratar el mismo tema con un grupo más reducido de países.
Mientras tanto, se están tomando medidas para mantener en vigor la fase 1 del cese al fuego en Gaza y preparar la fase 2. Trascendió que una delegación israelí viajó ayer a El Cairo para tratar la continuación de la fase 1 y los preparativos para la fase 2. Esto se ha producido después de una llamada telefónica a través de la OTAN. Esto se produjo después de que el enviado de EU para el Oriente Medio, Steve Witkoff, llamó por teléfono al Primer ministro de Israel Netanyahu, y según relató Witkoff en el noticiero Sunday Morning Futures de la cadena Fox News, parece haber agarrado por sorpresa a Netanyahu para conseguir algún tipo de cumplimiento del acuerdo.
En el centro de toda esta diplomacia de las prisas, con el crítico restablecimiento del contacto oficial entre Estados Unidos y Rusia, está la cuestión del contenido del diálogo y los conceptos para el desarrollo económico ahora y para el futuro.
La dirigente del Instituto Schiller, Helga Zepp-LaRouche, reiteró ayer que no puede haber cura para los problemas y las crisis sin poner en marcha una nueva arquitectura de seguridad y beneficio mutuo, y eso no puede hacerse sin deshacerse de la geopolítica. El Plan Oasis, presentado hace décadas por Lyndon LaRouche, encarna esa perspectiva.
Zepp-LaRouche se refirió al diálogo del 14 de febrero de la Coalición Internacional por la Paz como un diálogo “decisivo” al respecto. La Dra. Naledi Pandor, ex Ministra de Asuntos Internacionales y Cooperación de Sudáfrica, habló del Plan Oasis como una oportunidad para una nueva forma de pensar sobre el mundo. En el transcurso del diálogo, la Dra. Pandor planteó, por ejemplo, que la perspectiva de la “Agenda 2063” de la Unión Africana, está en concordancia con los principios del Plan Oasis para el continente africano. Pandor desempeñó un papel decisivo en el inicio de la Agenda 2063 para el centenario de la Unión Africana para el continente. La perspectiva de desarrollo a 50 años comenzó oficialmente en enero de 2015, conocida como “El África que queremos en 2063”. El plan tiene múltiples objetivos, como la agricultura, la industria, el transporte, etc.
El mismo día que la Dra. Pandor hablaba en la CIP, la Unión Africana (UA) convocaba su Cumbre anual de dos días en Addis Abeba, a la que asistían más de 50 naciones. En ella se examinan los avances realizados en uno u otro objetivo de la Agenda 2063 de la UA el pasado año. El año pasado fue importante desde el punto de vista diplomático para que la Unión Africana ocupara su lugar en el fortalecimiento de la Mayoría Global, ya que la Unión Africana se unió al Grupo de los 20. Sudáfrica preside el G20 para 2025 y acogerá su Primera Reunión Ministerial los días 20 y 21 de febrero en Johannesburgo, en cuyo orden del día figurará probablemente el desarrollo de toda África. El secretario de Estado de EU, Marco Rubio, anunció groseramente que no asistirá, lo que está en consonancia con la ruptura que ha provocado el gobierno de Trump con Sudáfrica en los últimos días. Estados Unidos hará bien en reconsiderar rápidamente este extremo, así como su postura sobre Gaza.
En este sentido, Zepp-LaRouche subrayó una cuestión fundamental. La crisis a la que nos enfrentamos no es sólo de naturaleza militar, estratégica y financiera, sino que se trata de una desintegrfación cultural y moral. La función de un buen gobierno es dar rienda suelta a la creatividad de la gente por la alegría y la productividad de aportar al bien común. Piensa en el enfoque del Plan Oasis en ese sentido.
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