18 de febrero de 2025 (EIRNS) — Los centros de estudio y planificación, así como los medios noticiosos atlanticistas europeos están más que histéricos por lo sucedido en la Conferencia de Seguridad de Múnich del 14 al 16 de febrero, donde los miembros del gobierno de Trump, de forma bastante indelicada, pusieron patas arriba los planes británicos y de la burocracia de la Unión Europea para continuar la guerra en Ucrania. La rabia es visible desde la Chatham House (Real Instituto de Asuntos Internacionales) de la corona británica; el semanario oficioso de la City de Londres The Economist, el diario The Telegraph para citar a unos de tantos de su misma calaña. The Telegraph se lamentaba en su artículo “Europe's Greatest Test Is Fast Approaching” (La mayor prueba de Europa se acerca rápidamente) de que la Rusia de Vladimir Putin “ya no es un Estado paria, condenado al ostracismo por Occidente... por cortesía de Donald Trump”.

Obsérvese el airado titular de The Economist: “El asalto de Trump a Europa”. Más histeria salió de la directora y jefa ejecutiva de Chatham House, Bronwen Maddox, quien despotricó que “El electroshock de Trump sobre Ucrania pone fin al debate” con un subtítulo de “Europa ya no puede confiar en Estados Unidos para su seguridad”. Trump “ha levantado unilateralmente el aislamiento diplomático de Putin y ha provocado reacciones de estupor en toda Europa”. No está dispuesto a hacer tratos, sino a limitarse a anunciar políticas, como decir que Ucrania no formará parte de la OTAN, que Rusia puede quedarse con el territorio ganado durante la guerra, etc. “Esto ha vulnerado la confianza europea en el compromiso de Estados Unidos con la OTAN y el principio de defensa mutua... y ha echado por la borda los principios que dan orden al mundo”.

Armida van Rij, investigadora principal de Chatham House, tiene quejas similares, bajo el titular “Europa tiene que hacer su propio plan para la paz en Ucrania y levantar a su pueblo contra la amenaza de Rusia”, aferrándose a la mentira de que Rusia invadirá Europa en cualquier momento. The Economist, en “Donald Trump's Assault on Europe” (El asalto de Donald Trump a Europa), todavía está conmocionado por las sacudidas de la Conferencia de Seguridad de Múnich “que se sucedieron rápida y desconcertantemente”. “Los líderes en la conferencia estaban atónitos” de que Trump y su equipo abandonaran el precioso principio de “nada sobre Ucrania sin Ucrania” y la necesidad de unidad total entre Estados Unidos y sus aliados occidentales “frente a Vladimir Putin”. Acaban de desechar sin más “décadas de diplomacia que han apuntalado a la OTAN como la alianza militar más exitosa de la historia moderna”, concluye.