19 de febrero de 2025 (EIRNS) — El régimen del Presidente Zelenski se está desintegrando. Por ejemplo, en el campo de batalla, donde las decersiones son cada vez mayores, al grado de que están “amenazando la capacidad de hacer la guerra”. Y eso según Texty.org, un actor incondicional del régimen Banderista, hasta hace poco bien pagado por USAID por sus servicios. Hace ocho meses Texty.org se sintió tan arrogante que publicó una lista negra contra 388 figuras políticas estadounidenses y 76 organizaciones estadounidenses a las que tachó de “propagandistas rusos” por cuestionar el entonces incesante apoyo estadounidense a la guerra de Ucrania contra Rusia. El entonces candidato Donald Trump y el entonces senador J.D. Vance destacaron entre los cientos de personas a las que calumniaron, tanto de derecha como de izquierda.

La marea ha cambiado. Los redactores de Texty ahora escriben ahora artículos ponderando cómo detener la “deserción (abandono no autorizado de unidades) que está ganando en escala y amenazando la capacidad de hacer la guerra”.

El régimen, ya en bancarrota, desesperado por reclutar jóvenes de 18 a 24 años para llenar las filas de sus envejecidas fuerzas armadas sin pagar el costo político de la conscripción en masa, anunció el 11 de febrero que cualquiera de ese grupo de edad que firme un contrato de un año recibirá $24.000 dólares, $4.750 de ellos por adelantado. Mientras tanto, trascendió que las unidades de primera línea han ordenado a sus tropas que apaguen sus teléfonos para que no puedan leer sobre las insinuaciones ruso-estadounidenses y empiecen a preguntarse: “¿Estoy muriendo por los derechos minerales de las corporaciones estadounidenses?”.

Toda la escena política de Kiev está hecha un desbarajuste. En su edición del 24 de enero, EIR dio la voz de alarma sobre los métodos ilegales que está utilizando el régimen de Zelenski contra toda posible oposición, incluida la de las filas de los partidos prohibidos. EIR señaló como ejemplo “el caso abierto a finales de 2024 por un organismo ucraniano ‘anticorrupción’ patrocinado por Estados Unidos contra la mundialmente famosa economista y ex parlamentaria Dra. Natalia Vitrenko”.

Con la creciente presión para que se realicen elecciones, la histeria del régimen alcanza nuevas cotas. A finales de enero, el régimen de Zelenski había abierto unas 130 causas penales contra su rival, el aspirante a presidente otra vez, Petro Poroshenko; después le acusó de traición y congeló sus (enormes) activos en el país. Su partido bloqueó la tribuna de la Rada (el parlamento ucraniano), por lo que no se pudo tratar ningún asunto.

Todo el mundo es visto como un enemigo potencial. El 30 de enero Texty debatió si el régimen debería prohibir “automáticamente” a los parlamentarios de la oposición considerados “prorrusos”, o más bien hace  que los tribunales les prohiban participar en la Rada, y así parecer menos una “dictadura”. Texty escribió histéricamente que “en el tercer año de la gran guerra, en el mismo centro de la capital ucraniana, cerca del presidente y de las fuerzas del orden, se ha calentado un nutrido grupo de individuos, cuyas actividades en el pasado o incluso hoy no pueden calificarse de otra cosa que de prorrusas”. Puede que estos opositores no constituyan ahora una amenaza seria, alega Texty, pero “en cuanto la situación cambie y los líderes del Olimpo político de ayer empiecen a debilitarse”, eso podría cambiar.