por Carl Osgood

19 de febrero de 2025 (EIRNS) — El ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, durante una conferencia de prensa conjunta con el ministro de Asuntos Exteriores de Serbia, Marko Djuric, el 17 de febrero, justo antes de partir hacia Riad, Arabia Saudita, recordó a los partidarios europeos del régimen de Kiev la historia de esa relación, una historia que preferirían no haber recordado.

“Sólo puedo decir sobre los resultados de la conferencia de Múnich que cada uno debe ser responsable de sus actos”, dijo Lavrov en relación con las “declaraciones histéricas” de los líderes occidentales en esa reunión. “Cuando se viola la justicia durante años, pisoteando sus propios principios de igualdad, competencia leal, presunción de inocencia, inviolabilidad de la propiedad, libertad de expresión e información, cuando se pisotean sin piedad todos estos principios, se saquean los bienes ajenos en contra de las normas del derecho internacional y se nutre y suministra armas al régimen nazi de Kiev para que mate a sus propios ciudadanos, esto no quedará impune. Lo hicieron con la esperanza de salir impunes bajo un paraguas nuclear. Pero esto no ocurrirá. Recibirán lo que les corresponde por lo que han hecho, como dice la Biblia”.

Lavrov argumentó que los europeos tuvieron dos oportunidades para ayudar a resolver el conflicto de Ucrania. La primera vez fue en febrero de 2014, cuando Francia y Alemania ayudaron a mediar en un acuerdo entre el entonces presidente Víktor Yanukóvich y la oposición armada, pero luego dejaron que fuera “pisoteado” por la oposición armada a la mañana siguiente. Su segunda oportunidad fueron los acuerdos de Minsk, laboriosamente elaborados por los líderes de Alemania, Francia, Ucrania y Rusia y refrendados por la ONU. La parte ucraniana no sólo empezó a violar los acuerdos casi desde el principio, sino que los entonces líderes de Alemania y Francia, Angela Merkel y François Hollande, admitieron luego de jubilarse que “nunca pensaron cumplir nada. Dijeron que sólo necesitaban tiempo para armar a Ucrania”.

Los nuevos llamados que se están haciendo en la conferencia de Múnich y desde entonces no son diferentes. “Así que la 'filosofía' de los europeos no ha cambiado”, dijo Lavrov. “Por eso no sé por qué deberían sentarse a la mesa de negociaciones. ¿Por qué habría que invitarlos si van a tratar de imponer artimañas como un alto el fuego, mientras urden planes, como les gusta y suelen hacer, para continuar la guerra?”.

Lavrov también señaló que habrá que hacer frente a los crímenes de guerra del régimen de Kiev y por qué Rusia no puede ceder ningún territorio bajo su control como parte de un acuerdo de paz. “Las fuerzas armadas ucranianas están actuando incluso peor que los asesinos de Hitler”, dijo. “Fíjense en las atrocidades que están cometiendo en los territorios. Con estas actitudes nazis, ¿esperan que alguien discuta siquiera la cuestión de ceder territorios? ¿Cómo debemos cederlos? ¿Con o sin el pueblo ruso? ¿Dejamos allí los metales de tierras raras y nos vamos?”.